La
idea de las celebraciones puede tener solo un enfoque comercial cuando carecen
de un contenido válido, pero pueden resultar muy útiles si lo que se conmemora
tiene un beneficio social. Así por ejemplo hay días en que se difunden datos y
manifiestos importantes, en que se reivindican derechos, en que se recuerdan
actos para que sean admirados o para que no se repitan… y fechas que mueven la
atmósfera cultural de un país (o con carácter internacional) en pro de
construir ese acervo que alimente nuestra vida por encima (o junto) de la
nutrición necesaria.
En
el terreno de la lectura, cada año se suele buscar una coincidencia “redonda”
sobre un autor o un acontecimiento literario: los cien años de su nacimiento (o
de su defunción, a veces) o de que ocurriese tal cosa. Y cuando se dan dos o
más, una puede eclipsar a la otra. Ya hablamos de como Cervantes se llevó la
palma en 2016 en que se conmemoraban otros centenarios importantes.
El
que este año acabe en 7 va a dirigir la atención como otras veces a la
Generación del 27, pero son los 90 años de aquel encuentro en torno a la figura
de Góngora y no los 100. Sin embargo parece un hecho de tal relevancia que
podría tomar el protagonismo del año y, en este caso, ensombrecer un centenario
que sería más que justo y adecuado celebrar sobre todo en las escuelas. Además,
solo quedan diez años para hacer los grandes honores a los del 27 (y a las del
27, que no se las olviden otra vez).
Y
este centenario que reivindicamos hoy es el del nacimiento de Gloria Fuertes,
el 28 de julio de 1917 en Madrid. Ya se adelantó en su día (en su 99
cumpleaños) Google ofreciendo un “doodle” donde, en formato gif, se veía a la
poeta contar cuentos a unos pequeños.
Homenaje importante es también el que le
hizo la compañía noruega Norwegian incorporando en la aleta de cola de uno de
los aviones de su flota la imagen de la escritora, como lo hiciera con
Cervantes, Colón o Rald Dahl.
Así, forma parte del grupo de Héroes en el ala de cola, “una
iniciativa de la empresa mediante la cual han ido adornando las colas de sus
aviones con el retrato de personalidades que habían transgredido los límites,
desafiado los convencionalismos y servido de inspiración a otras personas”.
La
importancia de Gloria Fuertes en las letras españolas está más valorada en el
extranjero que en nuestro país, donde se le recuerdan más las parodias de
humoristas y su sencilla rima para niños que la importancia del conjunto de su
obra. La Fundación que lleva su nombre tiene en marcha todo un calendario para
la celebración y esperemos que Ministerio y Consejería del ramo, hagan llegar de buena forma
el espíritu de esta poeta a colegios e Institutos.
Importante
será recordar el centenario del nacimiento de José Luis Sampedro y el del
paraguayo Augusto Roa Bastos (con atención también en los Institutos, que no en
los colegios), y para fechas concretas las citas al bicentenario de los
nacimientos de Zorrilla y Campoamor. Y no, no se me ha olvidado Gironella, ha
sido intencionado.
Eso
sí, una celebración más importante que
ninguna para la lectura y la escuela sería que se firmase ese anhelado pacto
educativo en el que se reconociese la importancia de la lectura y con ello de
las bibliotecas escolares, de la obligación de mantenimiento y dotación
continua a las mismas, de adscripción de personal especialista, de su
incorporación obligatoria en el currículum, de las actividades asociadas de
entidades culturales con las mismas,… Pero mucho me temo que aquí me quedaré
con las ganas.