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jueves, 9 de marzo de 2017

DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL 2017

Es para el 2 de abril. Vamos con tiempo. Pero aquí queda recogido, ya que este año OEPLI se ha adelantado, aprovechemos, por si a alguien se le ocurre hacer algo con el texto y el cartel.

Esta es la presentación oficial del día:

Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.

Cada año una Sección Nacional tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor/a representativo y a un reconocido ilustrador/a de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos os niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc

Este año le toca a la sección de Rusia con el poeta Sergey Makhotin (1953) y el cartel de Mikhail Fedorov (1941). 

Aquí está el texto:

¡Crezcamos con los libros!

En mi más tierna infancia me gustaba construir casitas con bloques y todo tipo de juguetes. Solía usar álbumes ilustrados a modo de tejado. En sueños, subía hasta el interior la casa, me acostaba en la cama hecha con cajas de cerillas y contemplaba las nubes o el cielo estrellado. Todo dependía de la imagen que más me gustase.

Instintivamente, seguí la ley de vida de todo niño que busca inventarse un ambiente cómodo y seguro. Para conseguirlo, un libro infantil siempre ayudaba a conseguirlo.

Después me hice mayor, aprendí a leer y en mi imaginación, un libro comenzó a parecerse más a una mariposa o incluso a un pájaro que a un tejado. Las páginas del libro eran como alas y susurros. Era como si el libro situado en el alféizar saliera volando inesperadamente por la ventana abierta hacia espacios desconocidos. Lo cogí, lo empecé a leer y el libro se tranquilizó. Después lo seguí a través de otros mundos y parajes, mientras mi universo imaginario se iba extendiendo.

¡Qué alegría tener un nuevo libro en mis manos! Al principio no sabes de qué trata. Te resistes a la tentación de abrirlo por la última página. ¡Y qué bien huele! No es posible descomponer su olor: tinta, pegamento… No, no lo es. Tiene un aroma especial a libro, uno excitante y único. Las puntas de algunas páginas se pegaban como si el libro no se hubiera despertado aún. Se despierta cuando lo empiezas a leer.

A medida que vas creciendo, el mundo a tu alrededor se va complicando. Te enfrentas a cuestiones que incluso un adulto es incapaz de resolver. Sin embargo, es conveniente poder compartir las dudas y los secretos con alguien. Y aquí es cuando el libro viene en tu ayuda. Probablemente muchos de nosotros nos hemos planteado: ¡este libro lo han escrito para mí! Y el personaje protagonista de pronto parece ser como tú. Vive los mismos problemas y los trata con dignidad. Otro personaje no se parece a ti en nada pero quieres que sea como tu ideal, pretendes ser tan valiente y capaz como él.

Me echo a reír cuando un chico o una chica dice “¡No me gusta leer!”. No les creo. Seguro que toman helado, juegan y ven películas muy interesantes. En otras palabras, les gusta divertirse. Y la lectura no es solo un trabajo duro que desarrolla los sentimientos y la personalidad, sino, antes que nada, un gran placer.

¡Precisamente por eso los autores que escriben libros para niños!

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