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sábado, 28 de octubre de 2017

Los álbumes de cromos (I)

Siguiendo con la entrada que iniciaba el homenaje a los ilustradores anónimos, vamos a acercarnos a un tipo de publicaciones donde sus trabajos se vieron numerosas veces recogidos pero sus nombres silenciados: los álbumes de cromos.

Por etimología, pareciera que se trata de un oxímoron, ya que álbum viene del latín albus que significa blanco, y cromo viene del griego chróma que significa color.



Y es que se trataba precisamente de eso, de llenar de estampas de colores un cuaderno que se nos presentaba con numerosos espacios en blanco. 



Pero vayamos por partes.

Los cromos
La definición de la RAE: 
1. m. Estampapapel o tarjeta con figuras en coloresespecialmente la de  pequeño tamaño destinada a juegos y colecciones propios de niños.

Con esto ya tenemos un montón de posibilidades a lo que llamarle cromo así como dificultades para encontrar su origen. Lo que sí tenemos que tener en cuenta es que eran papeles impresos y, por lo tanto, tenemos que irnos a la producción de las técnicas de impresión. Si además queremos añadirle el color, llegaremos a las cromolitografías, que iniciaron su andadura en la primera mitad del siglo XIX. 



Fue en Alemania y se fueron extendiendo por toda Europa, y lo mismo tuvieron una finalidad lúdica (para los juegos de los niños), como decoradora (para cajas o muebles) o comercial (como las vitolas o etiquetas de botellas).Algo de esto podemos ver en el Museo Litográfico de Cádiz.



Lo cierto es que pudieron venir de las primeras postales en blanco y negro que terminaban siendo coloreadas a mano. Luego la maquinaria que posibilitaba los troquelados le fue dando forma y ya tenían ese estilo propio de silueta de lo que representaban. 



Pero color, forma y tamaño tan particulares para la época los situaban como poco accesibles para un gran público (caros) por lo que la forma de difusión más frecuente era la de verlos regalados con la compra de algún producto.


Los álbumes de estampas
Y ahora surgía una nueva inquietud: coleccionarlos. Esa adicción tan frecuente que se asocia directamente a las ganas de poseer pero que llevaba a la inquietud de hasta cuánto, hasta cuándo. Y ahí nacieron los cuadernos temáticos para colocar esos cromos, ahora llamadas en nuestro entorno "estampas" y casi siempre rectangulares, numerados y, por tanto, con un principio y un final: el álbum de estampas.



Otro camino cogieron los cromos, ya pequeños pero troquelados, que se destinaban a jugar e intercambiar y que casi siempre iban guardados en latas tan bonitas como los propios cromos.



Los ilustradores (y las ilustradoras)
Y va a conciencia el paréntesis ya que a la época a la que nos referimos, la presencia de mujeres era mucho menor que la de hombres a la hora de ilustrar. Sin embargo ahí está Beatrix Potter que comenzara ilustrando tarjetas y cuyos personajes siguen siendo representados en cromos, o la española Enriqueta Bombón.

Cromos de Enriqueta Bombón


Pero en la mayor parte de los casos, cromos y estampas salían al mercado y era bien difícil en el mejor de los casos, o imposible casi siempre, encontrar el nombre del autor o de la autora que los había realizado.



Y eso que sí les daba para escribir en las tiritas (que unía un cromo con otro  para formar el pliego)  la editorial o un número de serie, o eso que presentaban los cromos "printed in Germany": ges.gesch. Ni más ni menos que el "derecho de copia", pero en alemán.



Con los álbumes parecía más fácil que pudieran aparecer en los créditos imprescindibles (editorial, depósito legal, fecha) los nombres de los autores pero si se hacía mención a la ilustración, solía aparecer el nombre de un equipo o un "taller", como creación colectiva. Aunque se dieron honrosas excepciones.

Volveremos con ello.




lunes, 23 de octubre de 2017

Desarrollo evolutivo de los niños y su situación con la lectura

En esta época en que la educación en España está subyugada al tecnicismo y se ha olvidado la pedagogía y la psicología, creo que podría venir bien volver a pensar en que los niños y las niñas son, precisamente, eso: niños y niñas,  y no una rúbrica que completar o unos indicadores que copiar de algún libro.

Por eso, volver a dar un repaso a las etapas  del desarrollo evolutivo puede venirnos muy bien. Mejor aún si lo asociamos a la lectura que le da todo el sentido a que aparezcan en este blog.

Comenzamos con la etapa sensomotriz:


Etapa preoperatoria:


Momento intermedio entre la anterior y la siguiente:

Etapa de las operaciones concretas (I):


Etapa de las operaciones concretas (y II):


Etapa de las operaciones formales:


Un trabajo que podéis compartir si os ha parecido de interés.


viernes, 20 de octubre de 2017

Día de la Biblioteca 2017

Por iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, desde 1997, en colaboración con el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, cada 24 de octubre se celebra el Día de la Biblioteca, con el objetivo de concienciar a la sociedad de la importancia de la lectura y como homenaje y reconocimiento a la labor de las bibliotecarias y los bibliotecarios.

¿Por qué se eligió esta fecha?


La noche del 24 al 25 de agosto de 1992, el sitio de Sarajevo se cobraba un víctima de incalculable valor. El cañoneo serbio con bombas de fósforo destruía el edificio de la biblioteca. Desaparecieron una buena parte de sus fondos, cientos de miles, incluidos 700 manuscritos e incunables, una colección única de libros y publicaciones históricas bosnias y más de 155.000 rarezas bibliográficas.


En medio de la catástrofe,  el personal de la biblioteca junto a un grupo de ciudadanos intentaron salvar lo que pudieron bajo las balas de los francotiradores. Algunos perdieron la vida.



El trasfondo de esta historia es mucho más terrible de lo que podemos pensar y queda muy bien recogido en un artículo de Enric Juliana en La Vanguardia. (Reflexión inmediata: ¿ser gran lector y amante de la lectura nos hace mejores? No, sin duda).



Para celebrarlo este año, el texto encargado viene firmado por Alejandro Palomas, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2016 y el cartel por Manuel Marsol, con un gran historial de premios.

Alejandro Palomas

Manuel Marsol

He aquí el citado pregón y el cartel.


“Como Mary Poppins, pero sin volar”
Soy sobrino de bibliotecaria. Desde que tengo memoria, mi tía, que acaba de cumplir ochenta años, me ha regalado un libro el día de mi cumpleaños. Primero fue la serie de Osear, con su Kina y su láser, de la gran Carmen Kurtz; llegaron después las aventuras de Los Cinco, algunos clásicos ilustrados, la gran Nada de Carmen Laforet… La lista es larga y el disfrute ha sido mágico, porque mi tía entiende la lectura como algo que cura, que aleja al inocente de lo que agrede, y yo -y ella lo sabe- siempre he sido demasiado vulnerable a lo que daña, sea o no imaginado, sea o no real.
Mi tía se llama Nuria y desde niña sufre mucho de la vista. Aun así, trabajó durante décadas fomentando el amor por la lectura en hombres y mujeres, chicos y chicas a los que no conocía, pero cuya mirada no tardó en aprender a leer, a identificar y a descifrar. Ella decía -y a veces dice todavía- que “repartía refugio”, y se emociona al recordarlo. La he oído también confesar en algunos momentos de nuestra historia común, que no fueron fáciles y que vivimos juntos: “Decidí ser bibliotecaria porque así me aseguraba de que, por muy mal que nos fueran las cosas, aunque faltara el agua caliente o la calefacción, siempre tendríamos un libro en casa”. Ahora, quince años después de su jubilación, soy yo quien le recomienda lecturas. Leemos un libro a la vez y nos juntamos cada quince días a coomer y a comentar lo leído, en lo que hemos bautizado como “El club de las 2”, porque intentamos en lo posible que coincida con el día 2 de cada mes, a las 2, y porque somos dos almas lectoras que no tienen freno. Durante estos años de club, ella me ha contado cosas, muchas cosas de su vida en la biblioteca, y desde que la oigo hablar como lo hace sobre su amor por esa vocación, que no decrece a pesar del tiempo, no puedo dejar de maravillarme y de preguntarme cómo definiría yo a una bibliotecaria -o a un bibliotecario- llegado el caso.
Hasta hace unos meses no di con la respuesta.
Fue a raíz de la publicación de Un hijo, durante una charla en un centro de enseñanza de una capital andaluza. Y fue precisamente gracias a un niño de diez años que, junto con otros 1OO, había leído la novela y quería conocer a su autor. Por motivos de espacio, el acto tuvo lugar en la biblioteca del centro, con un par de profesoras y la encargada de la biblioteca. La charla fue muy intensa, mucho más de lo que yo esperaba, y se alargó. Cuando por fin llegamos al final del turno de preguntas, un niño que estaba sentado en la primera fila levantó la mano.
-A mí lo que más me ha gustado del libro es María -dijo refiriéndose a la orientadora del centro, que es, junto con el pequeño Guille, la protagonista del libro.
Quise saber por qué. El niño, llamado Ismael, se rio un poco y luego, mirando a una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta. dijo:

-Porque es igual que la seño Lourdes. -Una de las tres mujeres que estaban junto a la puerta se encogió un poco y negó con la cabeza, incapaz de reprimir una sonrisa. Ismael no había terminado-. Vive en la biblioteca porque si no los libros a lo mejor se van. O se mueren.
Se hizo el silencio en la biblioteca. Nadie se rio. Nadie dijo nada. Fueron segundos llenos de respiraciones contenidas, de tensión y de infancia.
-Es que es bibliotecaria -volvió a hablar Ismael. Y al ver que yo lo miraba sin saber qué decir, debió de entender que necesitaba explicarse mejor, y añadió-: O sea, como Mary Poppins, pero sin alas.
Hoy es un día especial. Celebramos el Día de las Bibliotecas y celebramos también que cientos, miles de Mary Poppins sin alas velan por los libros que las habitan para que no se mueran ni se vayan, e Ismael siga creyendo que la vida está en los libros y su reflejo fuera. Hoy es el día en que, un año más, la magia se renueva y todas las bibliotecarias y bibliotecarios del mundo se saludan con una mirada cómplice y un largo. hermoso y tierno:
“Supercalifragilísticoespialidoso”.


Texto: Alejandro Palomas





lunes, 16 de octubre de 2017

Y el libro ganador es: Martín Gris

Puntual. A las doce de la noche del 15, o 0.00 horas del 16 de octubre, Librería Plastilina presentó al ganador del Premio Plastilina & Bloggers de este año: Martín Gris, de Zuriñe Aguirre, editado por Fun Readers.


En la entrada anterior, donde hablaba de los tres candidatos y os invitaba a votar, están los enlaces de la web de la autora y de la editorial.

Un enlace más concreto que os lleva directamente al libro (a casi todas sus páginas y a todo su contenido) y además en forma de animación, es este: Martín Gris.

Pues bien, "Martín Gris" es un álbum que se apunta a esa corriente educadora y terapéutica en la que se mueven muchos títulos últimamente. Si bien hay que reconocerle que sabe jugar con el humor y con la exageración para que el pequeño lector pueda situarse desde la posición de seguridad que tiene que ofrecer todo cuento infantil.



Así, el apellido del protagonista evoca esa zona oscura a la que te llevan los miedos, en este caso por no gustar a los demás. Pero las pegas que lo provocan no es el no saber jugar al fútbol, el no ser bueno corriendo, el no aprenderse las tablas,... sino que la autora recurre a cabriolas fantásticas para que, sin que el lector pierda el hilo, se vean como un imposible y no asusten sino que ayuden: que los brazos son ramas, que la nariz es enorme, que crecen alas,...



Pero la salvación de los problemas de Martín no viene, como en muchos casos, por una superación personal tras unas pruebas. Es la madre y el vínculo protector el que le quita los miedos y le provoca la risa. Lo que es un gran acierto ya que, muchas veces, la presencia de pruebas a superar aumenta la posible inquietud que se pueda transmitir al lector.


En cualquier caso, el valor del libro se apoya especialmente en la concepción plástica del mismo: el diseño de Martín y de su madre, los colores planos de fondo (aunque no lisos), las variantes en la grafía con palabras destacadas en cambios de fuente y tamaño y color, la ocupación de la ilustración y del texto, la escritura en mayúsculas, los planos usados, el uso comedido del collage,... Un conjunto que le dan un enorme atractivo y que se hará un hueco entre los favoritos de los lectores y lectoras que empiezan a leer y entre los que ya leen "sueltos".


Enhorabuena Zuriñe. Enhorabuena Fun Readers.









lunes, 2 de octubre de 2017

Premios Plastilina 2017


De nuevo la posibilidad de ser jurado en la elección de un buen libro. Los premios "Plastilina & Bloggers" nos dan esa opción hasta el 15 de octubre.


El año pasado los participantes en el evento eligieron el libro "Al caer la noche", de Enrique Quevedo en la Editorial Tres Tigres Tristes. 

Este año, los blogueros que formamos parte de la selección preliminar, elegimos diez títulos que luego fueron votados entre nosotros hasta llegar a los tres finalistas.


La votación se realiza en la plataforma miarroba donde se ha creado el espacio para votar al preferido de cada cual:


Solo hay que entrar en este enlace y votar.

Pero será necesario tener algunas pistas que ahora vamos a ir dando en orden alfabético, ¿vale? Algo de información, las cubiertas, alguna ilustración y con los enlaces podremos ver los blogs o webs de los autores y autoras. Además estos nos llevan a reseñas de los libros por otros blogs o lectores que han querido opinar sobre ellos. Nosotros tendremos comentarios sobre los mismos en este blog pero al margen de esta entrada para que sea de lo más imparcial. O eso intentamos.

El gallo canta
Es obra de Nono Granero en la editorial Tres Tigres Tristes.


"Una retahíla de situaciones sorprendentes en la que el lector participa de manera activa, completando con su imaginación todo aquello que no se cuenta con palabras". (Texto de promoción de la editorial).





Martín Gris
Firmado por Zuriñe Aguirre en la editorial Fun Readers.


Zuriñe Aguirre

"Un libro sobre la autoestima, el autoconcepto, la superación de los miedos y la relación materno-filial desde un punto de vista optimista, creativo y visualmente muy poderoso". (Texto de promoción de la editorial).




Oso quiere volar
Escrito por Susanna Isern e ilustrado por Silvia Álvarez para Cuentos de Luz.

Susanna Isern

Silvia Álvarez


"Una emotiva historia que nos hará reflexionar sobre las ventajas del trabajo en equipo y la importancia de luchar por los sueños, por imposibles que parezcan". (Texto de promoción de la editorial).