El carnaval no es un tema que aparezca con frecuencia en la Literatura Infantil y Juvenil y tampoco en los libros de información (de no ficción) para niños y jóvenes. Pero sí son frecuentes de este segundo grupo los libros dedicados a disfraces y maquillaje, y es por este “subtema” por el que aparecen determinados cuentos que podríamos relacionar con carnaval. Es más, es también por el hecho de ir disfrazados por el que el carnaval puede aparecer en alguna obra de ficción, especialmente para adolescentes, ya que tras una máscara se ocultará un peligro. Un grupo más lo forman los libros que se han dedicado a versionar la obra de Camile Saint-Saëns.
MAQUILLAJES Y DISFRACES
Vamos a quitarnos estos de encima
antes que nada ya que, si bien ayudan para un carnaval, también pueden ser para
cualquier fiesta y, en muchos casos, anda por detrás el “carnaval yankee”:
Halloween. Para este tema, en grandes almacenes y bazares baratos aparecen
revistas de maquillaje o de patrones. Pero lo más fácil es acudir a la red y buscar
tutoriales.
Algunos personajes de los cuentos
para los más pequeños se asoman a este tema con gran acierto dándoles pistas
para jugar y divertirse:
Los disfraces del señor Coc (Edelvives), un libro con páginas
troqueladas para combinar textos e imágenes de forma divertida.
Los disfraces de Tento (Edelvives), para divertirse con Tento y su
amplia colección de disfraces.
Teo se disfraza (Timunmas).
Ha llegado el carnaval y Teo y sus amigos tienen que preparar sus
disfraces. Teo pensaba disfrazarse de gallo, pero un inesperado accidente
estropea sus planes. Tía Rosa acude en su ayuda y convierte al pequeño Teo en
un guapísimo espantapájaros que va encantado al desfile de disfraces.
Das y Zas se disfrazan (SM). Un divertido libro de cartón con
elementos de tacto especialmente indicado para los más pequeños.
¡Me disfrazo!
(Timunmas). Dentro de la colección de Tento.
El baile de disfraces
(Edelsa), para trabajar el vocabulario.
DISFRACES E HISTORIAS
Antes de pasar a los libros que,
cuento o novela, nos hablen de historias con un carnaval por medio, vamos a
recordar la importancia del disfraz (muy por encima, claro) en los cuentos de
tradición oral.
Existen numerosos personajes que se
han disfrazado porque han querido engañar a otros para beneficio propio, como
el lobo en Caperucita Roja, un
ejercicio de travestismo que Doré lo lleva a la zoofilia en su ilustración; o en Los
siete cabritillos, el más conceptual y minimalista de los disfraces: patas blanqueadas
con harina; o la bruja de Blancanieves,
una bella mujer que se envejece y afea (no en la ilustración de Offterdinger) directamente
para matar a la niña (con cintas que la ahogue o manzana que la envenene). En estos
casos el disfraz supone beneficio propio frente a un gran
perjuicio para, generalmente, el protagonista bondadoso de la historia.
Caperucita Roja Ilustración
de Gustave Doré, El lobo y los siete
cabritillos y Blancanieves Ilustración de Carl Offterdinger.
Hay un buen número de historias
en las que un personaje se disfraza para poner a prueba al protagonista (la
función de “prueba” y esfera del “donante”, según el estudio de V. Propp), como
esa anciana que pide algo de comer y si el héroe comparte sus pobres
pertenencias, ella (que es un ser fantástico y poderoso) le dará unos objetos
mágicos y le indicará el camino a seguir en su viaje.
De estos casos encontraremos
menos en nuestros cuentos populares porque, como dice Rodríguez Almodóvar,
muchos donantes mágicos fueron eliminados o sustituidos por la religión,
pasando de hada madrina a representación de la Virgen o como en el caso de El hacha de oro, aunque no se llega a
saber quién es el anciano, el sacristán gritará “!Milagro, milagro!”. Nos
quedamos con una imagen de una versión china ilustrada por Yang Yongqing, y donde el anciano donante es un duende… como
tiene que ser.
Llamativo es que el ser mágico se
disfraza pero de persona normal y corriente. Es algo así como lo que ocurre en El gato con botas, donde un gato, para
que podamos verlo “de normal” hablando y moviéndose entre personas, le baste
disfrazarse de humano calzándose dos botas y, en algunas versiones, un gorro
para quitarse y hacer reverencias.
Un caso muy especial en la
Literatura de tradición oral son los disfraces en cuentos costumbristas que
suponen un travestismo, es decir, el hombre que se disfraza de mujer o la mujer
que se disfraza de hombre. Tal vez los más destacados suelen ser las hijas de
reyes o guerreros que van a la guerra, en el lugar de sus padres, disfrazadas
de hombre. Disney lo sacó a la luz para los pequeños con la historia de Mulan,
pero muchos jóvenes ya se habían percatado de este tipo de historia en el
Romance de la doncella guerrera, que en el dibujo de León Braojos se recoge ese
momentazo del disfraz.
HISTORIAS EN CARNAVAL
Pues vamos a pasar ya a esas
historias que sí ocurren durante un carnaval y que tiene que ver sobre todos
con esas gentes disfrazadas entre las que se esconde alguien generalmente
peligroso.
Empezamos con tres novelas
juveniles:
En El señor del carnaval, de Craig Russell (Col. Criminal
Rocabolsillo, Editorial Roca Libros), el personaje Jan Fabel buscará a un
asesino en medio del carnaval de Colonia. (Novela para adultos con muchos
seguidores jóvenes).
Gonsalo Moure utiliza los
disfraces para que su personaje femenino consiga el respeto de los nuevos
compañeros de colegio y la atención de su madre en Lili, Libertad (Col. El barco de vapor, Ed. SM). Para ello no usará
el disfraz el día del carnaval del colegio y sí otros días después.
Carnaval y Venecia se unirán en
la historia de Nadia, de la pluma de José María Latorre, en Pájaro Veneciano (Col. Librosaurio, Ed.
MacMillan), y con todo ello peligro, terror y aventura.
Ahora un álbum sin edad. Recoge
la otra cara del disfraz que apuntábamos al principio: la de los niños que
pueden sentir miedo al ver a la gente con antifaz y “ropas raras”. Es lo que le
pasa a Ana y nos lo cuenta Javier Sobrino con ilustraciones de Rebeca Luciani
en Carnaval (Ed. La Galera).´
(Y ya que estamos con La Galera,
editorial catalana donde las haya, decir que tiene alguna publicación
carnavalesca no traducida al castellano, como también le pasa a Timun Mas).
Y ahora para los que se están
haciendo lectores y que están en Primaria:
Mini en carnaval (Barco de Vapor Azul, Ed. SM) de Christine
Nöstlinger (con ilustraciones de Carmen Bas López), plantea una historia de
relaciones y convivencia y como contexto el marco del que hablamos.
Dentro de la serie del elefantito
Pomelo (Editorial Kókinos), encontramos el título Pomelo
sueña, de Ramona Bádescu y Benjamín Chaud, donde nos encontramos a este
personaje decidiendo celebrar el carnaval en la fecha que le parece.
La aventura del Zorro es de los primeros libros de la colección
Sopa de Libros (serie roja) de Anaya. Firmado por Manuel Luis Alonso, con los
dibujos de Antonia Santolaya, el protagonista es el que ahora va detrás del
antifaz… pero no solo él, claro.
Por último, la ratonería Stilton,
que ha pasado por todos los grandes eventos del mundo, no podía faltar a una
cita al carnaval y además en Venecia (recordemos el origen italiano de estos
roedores). En Carnaval en Venecia,
de la serie de Tea Stilton (Ed. Destino Infantil & Juvenil) la protagonista
habrá de descubrir a un ladrón escondido tras una máscara.
Y como extra nuestra Lechuza
Detective que en el número 4 de la colección rebosa carnaval, con los disfraces
y la creación de una carroza en el colegio para participar en la cabalgata carnavalera
del barrio, y con un terrible personaje disfrazado, como la protagonista,
claro.
EL CARNAVAL DE LOS ANIMALES
Para saber de esta composición
musical y escucharla nos vamos al enlace y listos.
El carnaval de los animales es una suite musical en 14 movimientos
compuesta por el compositor romántico francés Camille Saint-Saëns. El haber
compuesto esta obra para celebrar unos carnavales, pensando en todo un desfile
de animales, ha inspirado a distintos autores (y sobre todo editoriales) a
publicar unos libros para niños en los que unir estas dos ideas. Para acercarnos a lo que ha dado de sí para los pequeños en libros (y muchos casos CD), aquí va un chequeo al panorama, con libros basados en la composición musical y otros que solo se han quedado en el título:
Ediciones Bellatierra Música S.L.
publica El carnaval de los animales,
un libro con textos de Dani Coma e ilustraciones de Subi. Pero en el lote
también están un CD con la composición musical y unas propuestas de
actividades.
El mismo título, El Carnaval de los animales, es un
pretexto para el trabajo del compositor Güicho Estévez (música), la poetisa Mª
Ángeles Marrero (letra) y la educadora Mirta Guerrero (ilustración), que presentan este libro con CD, para conocer
los animales de Canarias por medio de una divertida canción, que utiliza además
vocabulario de las Islas. Pertenece a la colección Chinijos de Le Canarien Ediciones.
Mi Primer Carnaval de los animales es el título que Timun Mas pone
a la obra de Severine Cordier, un divertido libro donde el niño tendrá que
buscar en la imagen el botón que pone en marcha la música. Mientras escucha las
melodías más célebres del compositor, el pequeño podrá observar las preciosas
ilustraciones.
También lleva este título de Carnaval de animales, de Roberto Landa
(Mundina), un particular libro publicado por la Editorial Saure, en su
colección Gran angular, donde un tigre de Tasmania busca a otros animales
supuestamente extintos en otros carnavales del mundo en los que se han
escondido.
Llegamos a El carnaval de los animales en versión de la Editorial Kalandraka,
con texto de José Antonio Abad Varela y unas maravillosas ilustraciones de João
Vaz de Carvalho, y con un CD con la composición de Camile Saint-Saëns. Los
autores han pensado en una fiesta de cumpleaños para el rey de la selva, el
León, para ir acompañando la música y la historia con los dibujos. Una gozada.
Y terminamos con El carnaval de los animales de Marianne
Dubuc, en la Editorial Juventud. Una divertida propuesta en la que los animales
se van a disfrazar de… Cada uno se inventa un disfraz de otro animal lo que nos
lleva a ese animal a ver de qué se disfraza. Imposible dejarlo.
LIBROS SOBRE CARNAVAL
Y el lote que nos quedaba es el más reducido. Tanto que solo
tenemos los tres casos que se repiten cuando se buscan otras festividades o
manifestaciones folclóricas como la Semana Santa, el Flamenco o las Fallas. Son
los de La Galera (Carnaval, de Anna Canyelles con ilustraciones de
Roser Calafell. Pinta y escribe Carnaval,
de las mismas autoras, c cuadernillo para colorear y reseguir letras), Mi primer libro de Carnaval de Timun
Mas (distribuye Planeta pero imposible de encontrar) y ¡Celebramos
carnaval! de Editorial Salvatella con ilustraciones de Silvia Pla.
¿Y quién nos falta?
Pues Carnaval de
Cádiz para niños. Pero este merece otra entrada.