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lunes, 9 de agosto de 2021

Huellas de carbón (R)

De Daniel Hernández Chambers. Colección Alandar. Editorial Edelvives. Zaragoza, 2021.


Nunca olvidaré la lectura de Drácula, de Bram Stocker. Entre otros motivos por la diversidad de subgéneros literarios que guardaba la novela: las cartas, el diario, el cuaderno de bitácora del capitán del barco, la narración omnisciente. No llega a tanta variedad esta novela de Chambers, pero juega con ello y es un magnífico acercamiento a esas posibilidades que nos da la literatura. 


Comenzamos con una comunicación en redes sociales (luego dirá en cuántas las ha puesto), ahí, de golpe. Luego comienza el libro que subdivide en cuatro partes. La primera es solo un capítulo donde la joven rusa nos habla en primera persona del “diario” que le ha dado su abuelo encontrado hace tanto tiempo. La segunda es la transcripción de dicho diario, escrito por tanto también en primera persona, donde es un chico alemán el que cuenta el día a día. La tercera, entendiéndose que la chica escribe un diario, la forman las hojas en las que habla de los contactos virtuales con el nieto del autor del diario, incluido la última en la que ya ha vuelto del encuentro para darle el diario, y todo expresado en presente. El último capítulo es un flashback para contar dicho encuentro, y por tanto escrito en pasado.

El libro es sobresaliente también por contar la historia de las víctimas, de los que pasaron con penas y sin gloria: esa parte del pueblo alemán al que las locuras de la guerra se le vienen encima sin las intenciones de conquista que llevaban sus gobernantes; esa parte del pueblo ruso, soldados, que no participaron del saqueo, abuso y muerte con que arrasaron cuando ya volvían como victoriosos. 


Además, el diario de Adler recoge ese momento de miseria del pueblo, arrasado y desvalijado, donde cualquier cosa que se encuentra es un tesoro y Chambers coloca como enorme tesoro una biblioteca, oculta, que habría sido el refugio de libertad y fantasía del grupo de jóvenes que en ella se reúne, donde leen o escuchan a uno de ellos leer.







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