domingo, 18 de febrero de 2018

El Carnaval y los libros para niñas, niños y jóvenes

El carnaval no es un tema que aparezca con frecuencia en la Literatura Infantil y Juvenil y tampoco en los libros de información (de no ficción) para niños y jóvenes. Pero sí son frecuentes de este segundo grupo los libros dedicados a disfraces y maquillaje, y es por este “subtema” por el que aparecen determinados cuentos que podríamos relacionar con carnaval. Es más, es también por el hecho de ir disfrazados por el que el carnaval puede aparecer en alguna obra de ficción, especialmente para adolescentes, ya que tras una máscara se ocultará un peligro. Un grupo más lo forman los libros que se han dedicado a versionar la obra de Camile Saint-Saëns.


MAQUILLAJES Y DISFRACES

Vamos a quitarnos estos de encima antes que nada ya que, si bien ayudan para un carnaval, también pueden ser para cualquier fiesta y, en muchos casos, anda por detrás el “carnaval yankee”: Halloween. Para este tema, en grandes almacenes y bazares baratos aparecen revistas de maquillaje o de patrones. Pero lo más fácil es acudir a la red y buscar tutoriales. 



Algunos personajes de los cuentos para los más pequeños se asoman a este tema con gran acierto dándoles pistas para jugar y divertirse:
Los disfraces del señor Coc (Edelvives), un libro con páginas troqueladas para combinar textos e imágenes de forma divertida.
Los disfraces de Tento (Edelvives), para divertirse con Tento y su amplia colección de disfraces.
Teo se disfraza (Timunmas).  Ha llegado el carnaval y Teo y sus amigos tienen que preparar sus disfraces. Teo pensaba disfrazarse de gallo, pero un inesperado accidente estropea sus planes. Tía Rosa acude en su ayuda y convierte al pequeño Teo en un guapísimo espantapájaros que va encantado al desfile de disfraces.
Das y Zas se disfrazan (SM). Un divertido libro de cartón con elementos de tacto especialmente indicado para los más pequeños.
¡Me disfrazo! (Timunmas). Dentro de la colección de Tento.
El baile de disfraces (Edelsa), para trabajar el vocabulario.



DISFRACES E HISTORIAS

Antes de pasar a los libros que, cuento o novela, nos hablen de historias con un carnaval por medio, vamos a recordar la importancia del disfraz (muy por encima, claro) en los cuentos de tradición oral.
Existen numerosos personajes que se han disfrazado porque han querido engañar a otros para beneficio propio, como el lobo en Caperucita Roja, un ejercicio de travestismo que Doré lo lleva a la zoofilia en su ilustración;  o en Los siete cabritillos, el más conceptual y minimalista de los disfraces: patas blanqueadas con harina; o la bruja de Blancanieves, una bella mujer que se envejece y afea (no en la ilustración de Offterdinger) directamente para matar a la niña (con cintas que la ahogue o manzana que la envenene). En estos casos el disfraz  supone beneficio propio frente a un gran perjuicio para, generalmente, el protagonista bondadoso de la historia.



Caperucita Roja   Ilustración de Gustave Doré, El lobo y los siete cabritillos   y Blancanieves Ilustración de Carl Offterdinger.

Hay un buen número de historias en las que un personaje se disfraza para poner a prueba al protagonista (la función de “prueba” y esfera del “donante”, según el estudio de V. Propp), como esa anciana que pide algo de comer y si el héroe comparte sus pobres pertenencias, ella (que es un ser fantástico y poderoso) le dará unos objetos mágicos y le indicará el camino a seguir en su viaje.

De estos casos encontraremos menos en nuestros cuentos populares porque, como dice Rodríguez Almodóvar, muchos donantes mágicos fueron eliminados o sustituidos por la religión, pasando de hada madrina a representación de la Virgen o como en el caso de El hacha de oro, aunque no se llega a saber quién es el anciano, el sacristán gritará “!Milagro, milagro!”. Nos quedamos con una imagen de una versión china ilustrada por Yang Yongqing,  y donde el anciano donante es un duende… como tiene que ser.



Llamativo es que el ser mágico se disfraza pero de persona normal y corriente. Es algo así como lo que ocurre en El gato con botas, donde un gato, para que podamos verlo “de normal” hablando y moviéndose entre personas, le baste disfrazarse de humano calzándose dos botas y, en algunas versiones, un gorro para quitarse y hacer reverencias.

Un caso muy especial en la Literatura de tradición oral son los disfraces en cuentos costumbristas que suponen un travestismo, es decir, el hombre que se disfraza de mujer o la mujer que se disfraza de hombre. Tal vez los más destacados suelen ser las hijas de reyes o guerreros que van a la guerra, en el lugar de sus padres, disfrazadas de hombre. Disney lo sacó a la luz para los pequeños con la historia de Mulan, pero muchos jóvenes ya se habían percatado de este tipo de historia en el Romance de la doncella guerrera, que en el dibujo de León Braojos se recoge ese momentazo del disfraz.


HISTORIAS EN CARNAVAL

Pues vamos a pasar ya a esas historias que sí ocurren durante un carnaval y que tiene que ver sobre todos con esas gentes disfrazadas entre las que se esconde alguien generalmente peligroso.
Empezamos con tres novelas juveniles:
En El señor del carnaval, de Craig Russell (Col. Criminal Rocabolsillo, Editorial Roca Libros), el personaje Jan Fabel buscará a un asesino en medio del carnaval de Colonia. (Novela para adultos con muchos seguidores jóvenes).
Gonsalo Moure utiliza los disfraces para que su personaje femenino consiga el respeto de los nuevos compañeros de colegio y la atención de su madre en Lili, Libertad (Col. El barco de vapor, Ed. SM). Para ello no usará el disfraz el día del carnaval del colegio y sí otros días después.
Carnaval y Venecia se unirán en la historia de Nadia, de la pluma de José María Latorre, en Pájaro Veneciano (Col. Librosaurio, Ed. MacMillan), y con todo ello peligro, terror y aventura.



Ahora un álbum sin edad. Recoge la otra cara del disfraz que apuntábamos al principio: la de los niños que pueden sentir miedo al ver a la gente con antifaz y “ropas raras”. Es lo que le pasa a Ana y nos lo cuenta Javier Sobrino con ilustraciones de Rebeca Luciani en Carnaval (Ed. La Galera).´




(Y ya que estamos con La Galera, editorial catalana donde las haya, decir que tiene alguna publicación carnavalesca no traducida al castellano, como también le pasa a Timun Mas).



Y ahora para los que se están haciendo lectores y que están en Primaria:
Mini en carnaval (Barco de Vapor Azul, Ed. SM) de Christine Nöstlinger (con ilustraciones de Carmen Bas López), plantea una historia de relaciones y convivencia y como contexto el marco del que hablamos.
Dentro de la serie del elefantito Pomelo (Editorial Kókinos), encontramos el título Pomelo sueña, de Ramona Bádescu y Benjamín Chaud, donde nos encontramos a este personaje decidiendo celebrar el carnaval en la fecha que le parece.
La aventura del Zorro es de los primeros libros de la colección Sopa de Libros (serie roja) de Anaya. Firmado por Manuel Luis Alonso, con los dibujos de Antonia Santolaya, el protagonista es el que ahora va detrás del antifaz… pero no solo él, claro.
Por último, la ratonería Stilton, que ha pasado por todos los grandes eventos del mundo, no podía faltar a una cita al carnaval y además en Venecia (recordemos el origen italiano de estos roedores). En Carnaval en Venecia, de la serie de Tea Stilton (Ed. Destino Infantil & Juvenil) la protagonista habrá de descubrir a un ladrón escondido tras una máscara.



Y como extra nuestra Lechuza Detective que en el número 4 de la colección rebosa carnaval, con los disfraces y la creación de una carroza en el colegio para participar en la cabalgata carnavalera del barrio, y con un terrible personaje disfrazado, como la protagonista, claro.



EL CARNAVAL DE LOS ANIMALES

Para saber de esta composición musical y escucharla nos vamos al enlace y listos.

El carnaval de los animales es una suite musical en 14 movimientos compuesta por el compositor romántico francés Camille Saint-Saëns. El haber compuesto esta obra para celebrar unos carnavales, pensando en todo un desfile de animales, ha inspirado a distintos autores (y sobre todo editoriales) a publicar unos libros para niños en los que unir estas dos ideas.Para acercarnos a lo que ha dado de sí para los pequeños en libros (y muchos casos CD), aquí va un chequeo al panorama, con libros basados en la composición musical y otros que solo se han quedado en el título:

Ediciones Bellatierra Música S.L. publica El carnaval de los animales, un libro con textos de Dani Coma e ilustraciones de Subi. Pero en el lote también están un CD con la composición musical y unas propuestas de actividades.




El mismo título, El Carnaval de los animales, es un pretexto para el trabajo del compositor Güicho Estévez (música), la poetisa Mª Ángeles Marrero (letra) y la educadora Mirta Guerrero (ilustración),  que presentan este libro con CD, para conocer los animales de Canarias por medio de una divertida canción, que utiliza además vocabulario de las Islas. Pertenece a la colección Chinijos de  Le Canarien Ediciones.



Mi Primer Carnaval de los animales es el título que Timun Mas pone a la obra de Severine Cordier, un divertido libro donde el niño tendrá que buscar en la imagen el botón que pone en marcha la música. Mientras escucha las melodías más célebres del compositor, el pequeño podrá observar las preciosas ilustraciones.



También lleva este título de Carnaval de animales, de Roberto Landa (Mundina), un particular libro publicado por la Editorial Saure, en su colección Gran angular, donde un tigre de Tasmania busca a otros animales supuestamente extintos en otros carnavales del mundo en los que se han escondido.




Llegamos a El carnaval de los animales en versión de la Editorial Kalandraka, con texto de José Antonio Abad Varela y unas maravillosas ilustraciones de João Vaz de Carvalho, y con un CD con la composición de Camile Saint-Saëns. Los autores han pensado en una fiesta de cumpleaños para el rey de la selva, el León, para ir acompañando la música y la historia con los dibujos. Una gozada.



Y terminamos con El carnaval de los animales de Marianne Dubuc, en la Editorial Juventud. Una divertida propuesta en la que los animales se van a disfrazar de… Cada uno se inventa un disfraz de otro animal lo que nos lleva a ese animal a ver de qué se disfraza. Imposible dejarlo.





LIBROS SOBRE CARNAVAL

Y el lote que nos quedaba es el más reducido. Tanto que solo tenemos los tres casos que se repiten cuando se buscan otras festividades o manifestaciones folclóricas como la Semana Santa, el Flamenco o las Fallas. Son los de La Galera (Carnaval, de Anna Canyelles con ilustraciones de Roser Calafell. Pinta y escribe Carnaval, de las mismas autoras, c cuadernillo para colorear y reseguir letras), Mi primer libro de Carnaval de Timun Mas (distribuye Planeta pero imposible de encontrar) y  ¡Celebramos carnaval! de Editorial Salvatella con ilustraciones de  Silvia Pla.  



¿Y quién nos falta?

Pues Carnaval de Cádiz para niños. Pero este merece otra entrada.

martes, 13 de febrero de 2018

Para mejorar la lectura

Un "despiste" frecuente de la escuela es trabajar los procedimientos lingüísticos por separado, es decir, trabajamos la lectura, o la expresión oral,o la comprensión oral o la expresión escrita... pero no y.

Sin embargo, leer y escribir, hablar y escuchar, están inevitablemente interrelacionados y cuando se trabaja cualquiera de los cuatro aspectos se está incidiendo en los demás.

Por eso, y sabiendo la importancia de la lectura, podemos aprovecharnos de un trabajo -en principio- indirecto, con otro procedimiento, para perseguir la mejora de la técnica lectora. 

Teniendo eso en cuenta, he preparado unas hojas para mi colegio, para repartir por trimestre (por ejemplo) proponiendo a las familias algunas actividades que pueden ser divertidas y que mejorarían la lectura. Por un lado actividades alrededor del lenguaje oral, por otro sobre la escritura y un tercero sobre la propia lectura en sí.

En las imágenes se ven los montaje de cada hoja (anverso y reverso, las dos páginas) y también pongo los textos para que se puedan copiar y montar de cualquier otra manera, cambiar, recortar o añadir, en la idea de que sirva a cuanta más gente mejor.

Espero que sirva.

HABLAR SIRVE PARA LEER



Ya sabemos que la lectura es la clave del éxito escolar. 
Qué se puede hacer desde el ámbito familiar para mejorarla: hablar. Porque escuchar y decir sirven para leer  ya que: escuchar entrena en la comprensión, se va conociendo la estructura narrativa, ensaya la interacción con los textos, se experimenta y enriquece el vocabulario, plantea distintos modelos expresivos que luego se reconocen en lo leído,...
Historias familiares
Cuéntenles historias de la familia. Tendrán mucho interés, prestarán atención a cómo lo cuentan y relacionarán hechos de distintas épocas y “personajes” de distintos entornos.
Listas de palabras
En sus viajes en coche o en autobús, piensen en un lugar de la casa y digan (una vez cada uno) qué muebles hay, o los personajes de una película, o verduras, o juguetes, o programas de la tele, o...
¿Qué hiciste hoy?
Pidan que le comenten qué han hecho, que cuiden el orden de lo ocurrido (antes y después) y que aporten detalles como: los lugares, quiénes estaban, qué utilizaron,... No se conformen con una respuesta simple, pregunten hasta que encuentren algo de lo que puedan hablar más.
Cantando canciones
Canten canciones con ellos. Memorizar letras de canciones y cantarlas dan la estructura de estrofa, de verso, aporta el concepto de rima, de estribillo, se pueden comentar las formas poéticas utilizadas en algunas canciones,... Todo ello favorecerá la lectura de poesía y el acercamiento al lenguaje literario.
Tradición oral
Enséñenles todos los trabalenguas que conozcan, adivinanzas y acertijos, sorteos, chistes adecuados,... En ellos se esconden las metáforas y símiles, la polisemia, los juegos de palabra, la buena pronunciación y acercamiento a palabras difíciles de pronunciar. Y se pasa bien con ello.
El nombre de las cosas
Llámenlo todo por su nombre correcto y añadan detalles sobre cómo es, qué hace,... No vale decir “Mira, un guagua”. Digan “Mira, un perro. Los perros dicen guau, guau”. Nombren lo que vean en sus paseos, lo que sale en la tele, lo que hay en casa... Inviertan en vocabulario. 
La hora del cuento
Cuéntenles muchos cuentos, especialmente los tradicionales. Nuestra cultura hace muchas veces referencia a ellos y es importante que los conozcan para luego poder acercarse a las versiones más actuales, pero habiendo recibido los símbolos originales. 
Empiecen siempre con el “Érase una vez...” que los protegen porque es algo que ocurrió hace mucho tiempo. Acaben siempre con “Y colorín colorado...”, que les asegura que todo era cuento. Les da seguridad.
Diálogos inventados
Con los más pequeños juegue con marionetas, inventando con ellas conversaciones. Con los mayores, quítenles el sonido al televisor y repártanse los personajes para “doblarlos” inventando los diálogos. Les entrenará a la lectura de textos con personajes que hablan.
Letra a letra
Jueguen a nombrar una palabra que se les ha dado letra a letra (un ejercicio de atención que favorece la lectura posterior) o a deletrear palabras. También podremos incluir aquí la búsqueda de palabras que rimen con alguna que se les de, o que empiecen y terminen por una misma letra, o el veo-veo, o las palabras encadenadas que se unen con la última sílaba de la anterior por la que empieza la siguiente,...
Y hablar, hablar, hablar
Aprovechen todas las ocasiones que tengan `para hablar con sus hijos e hijas, corrigiendo con mucho tacto la pronunciación de lo que no digan bien, invitándoles a que repitan alguna palabra que no les salió bien, teniendo paciencia si les cuesta expresarse sin terminarles las palabras o frases. Están aprendiendo a hablar. Es normal que se equivoquen o que les cueste hasta que vayan soltándose.

ESCRIBIR SIRVE PARA LEER


Ya sabemos que la lectura es la clave del éxito escolar. 
Qué se puede hacer desde el ámbito familiar para mejorarla: escribir. Porque escribir sirve para leer  ya que: pone al lector en el papel del/la escritor/a ampliando su perspectiva en la lectura y valorando el papel de este/a, hace que se fije en los modelos, entrena en “leer para corregir”, hace ser crítico con lo escrito-leído (lo propio y lo ajeno), fija visualmente las palabras y el valor de los signos ortográficos,...
Un cajón para escribir
Elegimos un cajón de un mueble del salón. En él ponemos alguna libreta (especialmente bonita), otras libretas más corrientes,  bolígrafo, lápiz, goma, colores, sacapuntas,  tijeras, pegamento, algún cuento viejo,... Vamos a utilizarlo como nuestro despacho de redacción. Nos va a permitir recoger por escrito trabalenguas que nos digan o adivinanzas para no olvidarlos; chistes para poder contarlos luego; recetas de cocina; direcciones de Internet;... La cosa es tener siempre material a mano para escribir. Todo se puede recoger “como apunte” en cualquier libreta y pasarlo a la “bonita” bien escrito cuando queramos.
Un cuento colectivo
Sin duda, algo que podemos escribir con esos materiales, poco a poco y entre todos, es un cuento que nos vayamos inventando, que cuando lo pasemos “a limpio” le podamos añadir dibujos o ilustraciones de otra publicación recortadas y pegadas.
Señalaremos capítulos, párrafos con generosos espacios en los “punto y aparte”, rayas para los diálogos muy cuidadas, pie de imagen para las ilustraciones con frases que puedan resumir la idea que están representando; se podrían incluir cancioncillas (que alteren la forma en que el texto aparece escrito) o mensajes o cartas o títulos o...
Pasatiempos infantiles
En el cajón puede haber un cuadernillo de pasatiempos para resolverlos en familia, o podemos jugar al ahorcado, la fuga de vocales, la palabra más larga con las 7 letras que salgan de un saquito de letras,...
Binomio fantástico
Para inventar un cuento, no olvidemos la conocida propuesta de Rodari: tomamos dos palabras cualesquiera, trazamos un título con ellas y a inventar la historia. Una variante divertida es coger dos protagonistas de dos cuentos distintos e inventarles un cuento común.
Fichero
En ese cajón también podemos tener un paquete de fichas rayadas que se encuentran en cualquier papelería. Podemos llevar con ellas un fichero de: libros que tenemos en casa, videojuegos (que tenemos o conocidos), páginas web de interés, personajes famosos,... Adjudicamos el nombre correspondiente, los datos que nos parezcan de interés y, si queremos, una pequeña descripción; pegamos foto si tenemos; luego las  ordenamos alfabéticamente.
Cómic mudo
Tomamos una página de un cómic y recortamos todo lo que aparezca de texto en los bocadillos. Luego hacemos una fotocopia ampliada en A3 y empezamos a intentar descubrir la historia e intentar imaginar qué dicen los personajes. Vamos escribiendo los textos poco a poco hasta terminarlo para leerlo de un tirón. ¿Quedó bien?
Mensaje secreto
En el cajón puede haber un periódico antiguo. Recortamos letra a letra mayúscula para enviarnos mensajes secretos entre los miembros de la familia. ¿Seremos capaces de adivinar quién nos lo manda?
Noticias disparatadas
Con esos periódicos, podemos recortar titulares mezclando la mitad de uno con la de otro. Nos saldrán noticias disparatadas que podremos escribir y leer a los demás. ¡A ver qué periodista es el más gracioso!
¿Escritura digital?
No olvidemos que casi todo esto también se puede hacer sobre formato digital: el el ordenador, la tableta o el celular (teléfono móvil). Será cuestión de utilizar los dos medios y comprobar qué nos da más resultado: es más participativo.

LEER SIRVE PARA LEER


Ya sabemos que la lectura es la clave del éxito escolar. 
Qué se puede hacer desde el ámbito familiar para mejorarla: leer fuera del entorno escolar. Porque a leer se aprende y se motiva leyendo. Además, dominar la lectura les servirá para escribir, para hablar y para escuchar, porque da modelos expresivos a imitar, se mejora la atención, se enriquece el vocabulario,...
Valore la lectura pero...
La lectura hemos visto que es importante, pero no sacrifiquen otros buenos momentos en pro de la lectura, no la “endiosen”, no la crean la solución de todo. Deben darle su importancia y lugar pero sin provocar el efecto rebote en el que los niños terminan rechazándola por verse saturados de ella.
Regale lectura
No hagan de los libros el regalo único de una celebración, acompáñenlo de un juguete (o acompañen el juguete de un libro). Elijan libros muy llamativos y que resulten fáciles de leer.
La colección
Si sabemos que hay un libro que ha gustado mucho nos fijamos si hay más de esa colección y apostamos por ellos para ir formándola. 
Sean un diccionario
Si están leyendo y les preguntan una palabra, no les manden nunca a consultarla en el diccionario (y menos en un medio digital que se distraerán de lo que leían), sean ustedes el diccionario diciéndoles el significado o ayudándoles a descubrirlo por el contexto.
Aplaudan su lectura
Cuando su hijo o hija lea en casa, reconozcan lo bien que va haciéndolo y lo bueno que será que mejore. Tengan paciencia y comprendan que están aprendiendo. Criticar el cómo lee solo conseguirá alejarlo de las ganas de leer.  
Lean y lean y lean
Es fundamental que sean lectores para que sirvan de modelos ante ellos y ellas:
-lean en voz alta, ante ellos, una noticia del periódico que estén leyendo y que crean que les puede interesar;
-utilicen ratos de descanso en familia para leer y proponerles que lean también;

-elijan un libro y lean por turno en voz alta: un capítulo uno y el siguiente capítulo otro miembro de la familia;
-elijan un libro de teatro; fotocopien una parte y repartan los papeles: hagan teatro leído en familia. Se hace una lectura individual y silenciosa cada uno de su papel, para ver qué entonación dar (puede haber un director que les dé pistas) y luego la lectura en grupo: diversión asegurada;
-léanles cuentos mientras que son pequeños y un poco más. También al segundo hijo, y al tercero...
Pero... ¡Interrumpan la lectura si ven que el momento no es el más propicio!  Por ejemplo, si hay otra actividad que les reclama más, si ven cansancio, si el tema o el texto en sí no es muy de su agrado, si llevan mucho rato,...
Sobre todo ha de darse el momento, un texto que guste, un ambiente agradable...  Entonces ¡a leer!
Casa lectora
Repartan los elementos de lectura por la casa: un revistero con revistas y periódicos, las estanterías con libros en los cuartos de los niños; los libros en el mueble del salón; lo de recetas en la cocina;...
Con el libro a cuestas
Muchas veces se sale de casa y hay que “echar tiempo fuera” sin hacer nada: parada del autobús, consulta del médico, viaje en coche (si no hay mareos), rato de secado en la playa,... Si llevamos el libro que estamos leyendo con nosotros se nos hará más corta la espera. 
Pidan consejos 
Si nos liamos, si no encontramos los libros adecuados, si tenemos dudas, lo mejor es consultar con los bibliotecarios, dependientes de librerías y profesorado. Y lleven con ustedes a los pequeños, a comprar los libros y a la biblioteca (incluida la del colegio).


jueves, 1 de febrero de 2018

Familias a favor de la lectura

Este curso he preparado, con material obtenido de internet de distintas fuentes, el contenido de un posible boletín para las bibliotecas escolares. Como siempre se trataría de un A3 doblado por la mitad, que genera 4 páginas.

En la primera página pondríamos una introducción y una gran ilustración de la biblioteca del colegio, en las centrales (páginas 2 y 3) irían las diez recomendaciones a modo de póster, y en la cuarta y última los beneficios de oír cuentos, lo que hace muy importante la labor de contarlos.

Ofrezco ahora los textos de cada página, para que puedan ser copiados y pegados (recortados, ampliados, modificados,...) y la imagen de cómo quedarían según yo lo he montado pero que admite el montaje que quiera darle cada cual.

Página 1, presentación:

Saber leer, leer bien y leer con frecuencia son la clave del éxito escolar... y mucho más. 
Si al esfuerzo escolar se suma la ayuda familiar, tendremos más posibilidades de conseguirlo.
Y al igual que para niños y niñas buscamos carteles que poner en su habitación que le recuerden conceptos que aprenden (tablas, mapas,...) o elementos para su organización (materiales, horarios,...), las familias pueden colocar en un lugar visible su propio póster para ayudar con la lectura.
Un cartel que facilitamos en las páginas centrales de estos primeros “Papeles de la Biblioteca” que esperamos seguir aumentando con más ideas y consejos.

¡Todo para conseguir mejores lectores y lectoras!


Páginas 2 y 3, recomendaciones:

1 - DAR EJEMPLO
Los adultos somos un modelo para los niños. Leamos delante de ellos. Disfrutemos leyendo.
2 - ESCUCHAR
Estemos pendientes de sus dudas. En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo.
3 – COMPARTIR
El placer de la lectura se contagia 
leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos.
4 – PROPONER (NO IMPONER)
Es mejor sugerir. Evitemos tratar la lectura como una obligación.
5- ACOMPAÑAR
El apoyo de las familias es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.
6 – SER CONSTANTES
Casi todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.
7 – RESPETAR 
Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan
8 – PEDIR CONSEJO
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas son excelentes aliados.
9 – ESTIMULAR, ALENTAR
Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.
10 – ORGANIZARSE
Ayudemos a organizarse: su tiempo, su biblioteca,...


Página 4, beneficios de oír cuentos:
*ESTIMULAN LA FANTASÍA, LA SENSIBILIDAD, LA MEMORIA Y LA EXPRESIÓN.

*AYUDAN A DESARROLLAR EL LENGUAJE Y DESPIERTAN EL INTELECTO.

*NIÑOS Y NIÑAS APRENDEN A ESCUCHAR CON ATENCIÓN Y A SER PACIENTES.

*FOMENTAN LA CAPACIDAD DE PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO.

*ENSEÑAN A IDENTIFICAR EMOCIONES COMO EL MIEDO, EL AMOR, LA IRA, LA FRUSTRACIÓN,...

*DAN MODELOS PARA PODER EXPRESAR LAS PROPIAS EXPERIENCIAS, LAS FANTASÍAS, LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.

*DAN CURSO A PESARES Y SENTIMIENTOS ENCONTRADOS COMO LOS CELOS, LA ENVIDIA,... 

Todos los niños y las niñas desean la atención de sus padres y pasar tiempo con ellos. El rato de contarles un cuento incrementa la comunicación y la confianza entre ambos.