martes, 9 de enero de 2018

Qué celebramos en 2018

La Unesco no tiene nada especial para este año, y con la retirada de Estados Unidos e Israel como socios (y en consecuencia su dotación económica) me imagino que lo que tiene planteado como decenios aflojará bastante. Normal que “algunos” países, actualmente, no tengan mucho interés en la Unesco, si recordamos sus objetivos fundamentales: contribuir a la construcción de la paz, a erradicar la pobreza, al desarrollo sostenible, y al diálogo intercultural mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información. Eso sí, pertenecen a la OCDE.

 

(Artículo sobre Qué es la Unesco y 
cómo afecta la salida de EEUU,  aquí)

La ONU, por su parte, ha aceptado la propuesta boliviana de celebrar en 2018 el año internacional de los camélidos: "Los camélidos son una gran fuente de carne, leche y fibra con cualidades terapéuticas, curativas, vehículo de transporte, entre muchos, por ello se los considera como un soporte de subsistencia para muchas comunidades en más de 90 países de tres continentes". ¿Serán capaces de hacer llegar este sentir a los países sin camélidos? Esperemos, al menos, algunas publicaciones infantiles relacionadas.


Actividad para la Biblioteca
Se puede hacer un mural con la información acerca de esta celebración (resolución de la ONU, clasificación de camélidos, imágenes,...) y una exposición con libros de conocimientos y de ficción que tengamos en la biblioteca con estos animales como protagonistas. Si rebuscamos seguro que encontramos. Aquí van algunos:




Para los sudamericanos lo tendremos más difícil aunque siempre podemos buscar libros genéricos y abrirlos por la página que nos interese.





También será el Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018: celebración de la diversidad y la riqueza de nuestro patrimonio europeo. Sin mucho más comentario. Habrá que esperar a ver por dónde sale esto, que podría ser un ataque de egocentrismo europeo.

Por nuestra parte podemos quedarnos con lo del "patrimonio inmaterial" en lo que se refiere a cuentos y leyendas, incluso letras de canciones. 


Actividad para la Biblioteca
En papel continuo, hacemos un mapa de Europa y, colocado sobre unas mesas, podremos poner sobre los distintos países libros de cuentos y leyendas asociados, o pequeños textos escritos en el idioma del país concreto. Una ayuda estupenda nos la pueden dar los libros de la colección "Tus libros selección" de Anaya, que tienen una buena colección de títulos.



En el terreno de lo más literario, en el ámbito infantil y juvenil, para este 2018 tenemos algunas celebraciones de interés si hablamos de esos números redondos: hace cien años, hace cincuenta. Así tenemos los cien años del nacimiento de Carmen Bravo Villasante y los cincuenta años de la muerte de Ramón Menéndez Pidal. Son dos nombres propios de la filología, el ensayo y el folclore que, por ello, han tenido una producción que ha repercutido en la Literatura Infantil y Juvenil.


Los romances medievales españoles tienen su entrada en la vida de los niños y adolescentes a partir de los estudios del historiador gallego Ramón Menéndez Pidal, con sus libros “Flor nueva de romances viejos” y “Romances de España”, ambos en Austral. Si no son leídos en un libro propiamente dicho, aparecerán en los libros de Lengua a lo largo de su escolarización alguna que otra vez. Si se le va a dedicar alguna atención en la escuela o en el Instituto (esperemos que sí), no hay que olvidarse de poder contar con los trabajos de Joaquín Díaz que están recogidos en vídeos en la red.


Montones de antologías de cuentos y, en algunos casos sus traducciones del alemán, hay que agradecérselas al trabajo de la escritora madrileña Carmen Bravo Villasante. Además, a ella también se deben los trabajos más populares (aunque tal vez no los más exhaustivos) de la “Historia de la Literatura Infantil y Juvenil en España”. 

Demasiado empeño en hacer antigua la literatura infantil escrita en español, para contrarrestar la crítica europea que nos sitúa como un país que tardó en recogerla por escrito, hace que ponga más corazón que exactitud, algo de lo que puede adolecer el estudio en muchos otros momentos con algunos citados no muy relevantes y algunos olvidos o tratamientos imperdonables.


También en 1968, hace cincuenta años, se produjo la muerte del zamorano Felipe Camino Galicia de la Rosa, que en 1919 empezó a firmar como León Felipe. Como no podía ser menos, Ediciones de la Torre, tan preocupada por acercar la poesía a los niños y jóvenes, tiene editado un libro en el que se han seleccionado poemas de este autor donde priman la sonoridad y la fluidez de las palabras, en una edición de Manuel Lacarta con ilustraciones de Marina Seoane, “León Felipe para niños”. Esperamos una reedición ya que puede ser difícil encontrar este título en el mercado (la última edición, tercera que yo controle, salió en 1994). 


En los institutos no debería faltar su recuerdo y yo propondría un coloquio sobre que significaría para los lectores el poema "Como tú"

Otro centenario a celebrar, especialmente en Galicia, es el del nacimiento del escritor Marcial Suárez Fernández que, dentro de una fructífera producción especialmente para teatro, dejó des libros infantiles que publicó la Editorial CID en 1953 con ilustraciones de Zaragüeta: “Pañolin Rompenubes”  y “Nuevas aventuras de Pañolin Rompenubes”.

(De la web del Concello de Allariz: Nacio y falleció en Allariz (1918 – 1996). Fue maestro y periodista, y colaboró con varios medios de comunicación. Escribió, entre otros, La llaga, Calle de Echegaray, O acomodador e outras narracións, El agua y el vino, Allariz... De su obra destacamos el cuento Pañolín Rompenubes, cuento dedicado a un niño cualquiera, escrito en homenaje a los niños y niñas de Allariz. Pañolón Rompenubes es el título que da nombre tanto a la Escuela Infantil como a la Escuela de Teatro de Allariz.)


Pero si bien estas obras de Suárez Fernández no han tenido la consideración suficiente para ser reeditadas (sería lo suyo que en Galicia aprovecharan el acontecimiento), sí lo han sido dos obras de otra escritora que hoy sería centenaria. Estamos hablando de María Luisa Gefaell Gorostegui y sus obras “Las hadas de Villaviciosa de Odón” y “Antón Retaco”, ambas en Anaya. Si estos libros le dieron celebridad y la consideración de sus compañeros de profesión (que la propusieron para el premio Andersen), fue por la obra “La princesita que tenía los dedos mágicos” por la que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1952.


El último escritor del que vamos a hablar es Manuel de Pedrolo, también nacido en 1918, que dejó una obra que, nuevamente  por Anaya, ha sido recuperada para el público juvenil: “Mecanoscrito del segundo origen”. Una distopía que no habiendo sido pensada para el público juvenil, ha sido este el sector que más la ha leído y ha hecho suya. Ha sido reeditada numerosas veces y llevada a la televisión. Recientemente también se realizó en cine con el título de Segundo origen.


Para terminar, hemos dejado el centenario de un libro muy especial “Cuentos de la selva”. Es un libro de cuentos del escritor uruguayo Horacio Quiroga, publicado en 1918 en Buenos Aires. Al no tener derechos de autor, su publicación está muy extendida, encontrándose también en audiolibro y en edición digital. Yo me quedo con la antigua edición de la colección Tus libros, de Editorial Anaya con ilustraciones de José María Lago (que leí en la selva de Misiones donde suceden algunas historias) pero que hoy hay que  leer en la colección Tus libros selección, con ilustraciones de Enrique Flores.


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