sábado, 31 de octubre de 2020

Rodari 1: La piedra en el estanque

Una vez hecha la presentación de estas entregas, por la celebración del centenario del nacimiento de Rodari en la entrada anterior, vamos a encontrarnos  con un primer apunte biográfico del autor 


y una primera estrategia:


    En “La piedra en el estanque” el autor nos recuerda qué ocurre cuando tiramos una piedra al agua, y es que se producen ondas. Igual si soltamos una palabra al aire y esta nos recuerda a otras, por su sonido o por su significado, o vete tú a saber por qué asociación de ideas. A partir de esas “ondas” que se producen, podemos inventar una historia.

    Vamos a tirar al estanque la palabra mano. Nos puede traer a la cabeza manopla, y manillar,… incluso Manolo, por aquello de cómo comienza la palabra.
Por el sonido nos podría haber llevado a cano, sano, verano… o “rano”.

Con esto podríamos tener algo así como:
  

Manolo salió temprano como todos los días, a dar una vuelta con su bicicleta. Ya era bastante mayor, como se podía ver por sus canas y las arrugas alrededor de sus ojos y su boca. Pero se encontraba muy bien de salud y estaba dispuesto a aprovechar todas las mañanas de este luminoso verano.

        Hasta aquí el cuento dice poco como fantasía, por lo que tendremos que echar mano de la última palabra que nos salió:

Tras un rato pedaleando, se paró para tomar un poco de aire y un sorbo de agua cuando de pronto oyó una piedra que le saludaba… ¿una piedra? ¡No, en realidad era un sapo!

   -Un sapo, no. En realidad soy un rano –dijo el rano.


    A partir de aquí (donde el rano recuerda a Plop, el búho con miedo a la oscuridad),  ya podemos fantasear: es un príncipe encantado, es un rano que fue a la Universidad, es un duende transformado para ponerle una prueba a Manolo…

***

También podríamos haber tirado la piedra letra a letra, como acróstico, a ver qué sale:

Murciélago

Aceite

Noche

Ostra

Murciélago ha generado la palabra noche y podríamos pensar que era de los que comen frutas y se iba a preparar una ensalada de manzanas para lo que necesitaba algo de aceite… Sin embargo la palabra ostra no se ve muy claro si echarla a la ensalada o no.

Maíz

Arcón

Nata

Olvido

La ensalada de antes ha traído el maíz y tal vez la nata, pero sigue sin tomar un cuerpo fluido para un cuento. Intentemos meter algún verbo, algún adjetivo,…

Montón

Animales

Navegan

Oscuro

Claramente nos surge sujeto y predicado y podemos tirar de ello haciéndonos preguntas: ¿qué animales?, ¿por qué navegan?, ¿por qué por la noche?, ¿cómo es el barco?, ¿de dónde ha salido?,… así nos ira surgiendo una historia que podría ser:

          


        El incendio estaba siendo terrible. En la oscuridad de la noche, las llamas dibujaban la devastación, la madera crepitando ponía una dramática música de fondo, y el viento alimentaba el dolor del bosque ardiendo.

         Los poco animales que habían podido llegar al río, tosiendo por el humo y llenos de cenizas, se pararon a tomar aire y pensar qué podían hacer.

    -Mirad, por ahí viene un tronco enorme flotando río abajo –dijo la ardilla señalando a un gigantesco roble que, quemado por su base, había caído al agua y ahora era arrastrado por la corriente.

       La liebre dio un salto agarrando al lagarto por la cola y aterrizó en el árbol salvavidas. Les siguieron un tejón de la mano de la ardilla, un zorrillo con un torpe búho, cegado por la luz del fuego y montado en su lomo, y una urraca que revoloteó la última hacia el improvisado barco.

           Así los siete, agarrados a las arrugas de la corteza del árbol comenzaron a navegar cuando, de pronto, una curva en el curso del río desvió el camino entrando en una gruta oscura de la que no podían salir ya que algo impedía que el agua siguiera adelante.


        La gruta estaba cada vez más llena de agua. Los animales estaban aún más asustados que con el fuego. La urraca voló hacia la entrada que habían dejado atrás para buscar alguna ayuda y encontró a los mejores rescatadores para ese momento: una pareja de castores, pero… ¿les daría tiempo a desatascar la salida de la gruta o antes llegaría el humo del incendio, o el propio fuego, o el nivel del agua subiría hasta ahogar a los animales?




        Bueno, la “mano” nos ha llevado hasta una historia que de una situación mala ha pasado a otra peor. Sin embargo “se ve luz al final del túnel”, nunca mejor dicho, y seguro que la acabaríamos de manera feliz, aunque el bosque tardará mucho en recuperarse.

(Las ilustraciones han sido tomadas de Internet sin que apareciera registro de autoría en ningún caso)

 

 

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