De Enrique Quevedo, textos e
ilustraciones. Ed. Tres Tigres Tristes. Sevilla.
Estamos ante
otra publicación inclasificable de esta interesante y divertida editorial: “funda
+ acordeón”, dicen en su web, refiriéndose a las cuatro páginas dobladas que
hacen de tapas y a la gran lámina en acordeón que, separada, se encuentra
plegada dentro. Sin duda una singular propuesta para un singular contenido.
Trata de unos
documentos escritos por el profesor Titanio Tesla Chaparelli (atención a lo de “chapa”)
en el siglo XXV, de Somóslata (atención a lo de “somos lata”), que viajan al
pasado y llegan a nuestros días. Es ahora cuando el ilustrador Enrique Quevedo
(el autor se mete en su propia obra) los encuentra y decide dibujar el diseño
de Chaparelli “Ciclo Vital del Animal Mecánico”, ya que según este profesor
cuenta en el viajero diario, todo lo que existe entonces es puro instrumento
mecánico y, en un intento de recrear el pasado, diseña unos animales a los que
para moverse habría que incorporarles vapor de agua.Todo esto,
contado a modo de reseñas biográficas, noticia de periódico, pasatiempos y dibujos
varios, está recopilado en esas tapas-fundas que son parte viva de la obra y no
solo cubiertas.
Ahora viene el acordeón en el que aparece por un lado el gran
árbol lleno de animales mecánicos y por detrás una descripción de cada uno de ellos
presentando un cierto problema y una solución. Algo así como un particular bestiario mecánico, "mecanistiario".
En conjunto,
la obra supone una propuesta muy variada de lectura, tanto de textos como de
ilustraciones. Por un lado los distintos formatos en el que se redacta el
conjunto de la historia, como ya hemos apuntado, que van de lo periodístico a
lo descriptivo, lo narrativo o incluso textos discontinuo en rótulos y datos; por otro lado, los dibujos con tanto detalle
meticuloso y variado, lo mismo a color que en sepia, lo mismo mostrando la
solidez de las piezas engarzadas como los delicados lacitos de hilo con los que
se atan los carteles a las poleas, el uso de fichas antiguas o trozos de papel
incluso manchados de humedad con un clip oxidado,…
Todo parece hecho con un
lápiz pero también con un destornillador, unas chapas, unas tijeras, algo de
tuercas y muchas tuberías.
En nuestro
recomendado blog “Soñando cuentos”, hay una interesante entrevista con el
autor.
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