domingo, 24 de diciembre de 2017

Anónimos navideños

Seguimos con el reconocimiento de dibujantes anónimos con ilustraciones relacionadas con las fechas en que estamos. Como los casos que hemos visto en otras entradas, son trabajos que a veces terminaban haciéndose muy famosos, que contemplaban apuestas muy atrevidas de interpretaciones de una supuesta realidad que terminaban haciéndose "verdad gráfica".


San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel, como queramos llamarle, era anciano, de barba blanca, vestido de verde y con un saco para los regalos (¡un saco con el que pudiese cargar y que debería llevar los regalos de todo el mundo!), además de una gran identificación con todo lo natural.

Pero solo hacía falta una potente firma para que esa imagen cambiara: se hace muy gordo y se viste de rojo, pero sigue con el saco, aunque se aleja un poco de la Naturaleza y se acerca más al consumismo.

Arrastrando a las imágenes menos comerciales que querían mantener el aspecto mágico del personaje.


Igual pasaba con las imágenes sobre Belén y el nacimiento: cueva, pesebre, casita,... Las edades de los personajes: un recién nacido rollizos con un año cumplido, medio desnudo en diciembre, el San José Muy mayor, ella muy joven, túnicas muy limpias y caras en la pobreza que arrastraban...


Algunos muy atrevidos inventaban añadidos como esos angelitos que eran cabezas con alas solamente, o los que eran unos pillos y aparecían como por un portal interdimensional y le gastaban bromas al corderito que se suponía todo un símbolo sagrado, y terminaba siendo una oveja burlada.


Todo esto aparecía en lo que se llamaron por aquí crismas, que venía de aquella palabra "christmas" y que ha terminado incorporada en nuestro diccionario como tarjeta de Navidad. Pero, como siempre, la ilustración se movía por otros soportes y con otros objetivos. Por ejemplo, con los cromos para jugar:


O aquellas tarjetitas (aún hay quienes las usa pero sin el atractivo de las antiguas) para pedir el aguinaldo felicitando "las pascuas de Navidad":


Estas tarjetas nos dan mucha información con los monumentos que aparecen por detrás, las comidas con que se acompañan,... pero sobre todo el que el panadero subía el pan a las casas, el uniforme del pintor o que las farolas se encendían una a una al llegar la tarde:

En muchos casos el diseño era una orla con unos motivos constantes alrededor y unos espacios en los que variaban el rótulo de la profesión y el profesional. Nos quedaba muy claro los trabajos propiamente masculinos y los femeninos.


En otros casos el diseño era particular y completaba más aspectos de la profesión:

Estas ilustraciones también llegaron a los carteles, claro.


y como siempre sin firmarlos. Esperamos que al menos cobrasen los trabajos al entregarlos:

Hasta que llegaron los "listos" y dijeron: esto lo firmo sí o sí. Y hoy podemos conocer a sus autores de un vistazo, ¿verdad Ferrándiz?











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