domingo, 20 de enero de 2019

El arte de Chris Ridell. Ottoline y Ada Goth.


Chris Riddell (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 1962) es un ilustrador británico y, ocasionalmente, escritor de libros infantiles. Otra  faceta como ilustrador empezó en la revista The Economist, en los años 80, haciendo dibujos para artículos, pasando en 1995 al Observer como dibujante político donde sus caricaturas son famosas y sus chistes comprometidos.



Hijo de un " vicario anglicano liberal", que se oponía al sistema de apartheid, Chris mostró talento artístico desde una edad temprana, y fue alentado por su madre cuando le daba papel y bolígrafo para que se callara durante los sermones de su padre.



La familia volvió a Inglaterra cuando tenía un año.  En Brighton Polytechnic estudió ilustración, recibiendo clases de, entre otros, Raymond Briggs. Se declara influenciado por Tenniel (primer ilustrador de la Alicia de Lewis) y por Shepard (primer ilustrador de Winnie The Pooh y El viento en los sauces), dos grandes dibujantes .


Su trabajo se ha visto reconocido con importantes premios, entre los que destacan la Medalla Kate Greenaway (el único en ganarla tres veces), los tres premios Nestlé Smarties Book, y el haber sido nombrado Laureado de los Niños del Reino Unido. A estos podríamos añadir más de una decena de otros premios.


En su producción, abundante y continua desde su inicio en 1984, encontramos la ilustración de títulos clásicos como Alicia, Don Quijote, Peter Pan, La Isla del Tesoro o Gulliver. 


Una de las  medallas Greenaway, fue por su trabajo en "Gulliver" de Jonathan Swift (Walker, 2004), contado por Martin Jenkins, del clásico de 1726 Gulliver's Travels de J. Swift . El presidente del jurado comentó: " Gulliver es un tour de force. Chris Riddell nos ha dado 144 páginas de ilustraciones fantásticas impecables, que amplían constantemente el poder del texto. Nuestro título ganador también demuestra que los libros ilustrados de hoy no son solo para los grupos de edad más jóvenes, sino que también son una fuente importante de placer y aprendizaje para lectores de todas las edades".


Importantes y prolíficos son sus trabajos en colaboración con Paul Stewart, destacando la serie Edge. The Edge Chronicles es una serie de novelas de fantasía para jóvenes. Consta de cuatro trilogías, más cuatro libros adicionales y otros libros relacionados con el universo (The Edge). Publicado originalmente en el Reino Unido, esta serie se ha publicado desde entonces en los Estados Unidos, Canadá y Australia. Hasta la fecha, se han vendido más de tres millones de copias de las novelas. Ubicados en el mundo ficticio conocido como "The Edge", los libros han sido elogiados por sus dibujos bellamente detallados y el proceso de escritura colaborativa.


Pero ilustrar obras de otros no es algo puntual sino toda una dedicación y acierto por lo que es requerido por muchos escritores y escritoras de prestigio. De los más de cincuenta títulos publicados solo como ilustrador, recogemos estas  colaboraciones:


Pero, como apuntábamos al principio, también Riddell tomó la iniciativa de escribir sus propios libros. Se da una serie de títulos sueltos pero también ha cultivado las series, ya que cuando crea algún personaje le gusta seguir trabajando con él. Se da el caso, incluso, de unir a dos personajes de series distintas en un mismo título.


En España, la Editorial Edelvives ha publicado dos de estas series y, recientemente, un álbum ilustrado. Una de estas series es la de Ottoline, y la otra de Ada Goth.


Las dos colecciones presentan elementos comunes que hacen parecer que estemos hablando de un mismo mundo, uno urbano para Ottoline y otro rural (pero sofisticado) para Ada. 


Son libros de una exquisita presentación (que la editorial Edelvives ha mantenido en su edición en castellano), a saber: libros de tapa dura; con un sobrecito en la tercera de cubiertas que puede llevar pegatinas o juego o un cuento pequeño; casi 200 páginas en Ottoline y poco más de 200 en Ada; profusión de imágenes donde encontramos las que “retratan” a los personajes que van saliendo, las panorámicas a dos páginas, las pequeñas que indican detalles (sueltas por cualquier lugar de la página), los carteles, las notas, las postales;…


Imágenes que son dibujos en el más puro sentido de la palabra, ya que es un trazado limpio, perfilado, a tinta por una estilográfica fina que no tiene nada que ver con la corriente de “línea clara”  en el cómic, porque Ridell a base de pequeñas líneas crea las tramas que dan volumen, profundidad, tonalidades, luces, distancias,…, destacando el estudio de personajes que abundan en estas historias.


En ambas historias, las protagonistas son niñas de gran autonomía: Ottoline porque sus padres siempre están de viaje y ella se autogestiona su vida con la ayuda de camareras, cocineros, gente de mantenimiento (entre los que se encuentra el abrillantador de pomos),… En el caso de Ada, su madre falleció y al padre, en la enorme mansión, lo ve en unos momentos cortos y establecidos, quedando el resto del tiempo para sus aventuras en los particulares espacios de esa finca.


Pero en ninguno de los dos casos son personajes tristes y aislados. Muy al contrario Ottoline despliega un abanico de particulares amistades (generalmente con particulares mascotas) con quienes interacciona continuamente, sin contar con la estrecha relación con el Sr. Munroe, “alguien” bien peludo procedente de Noruega. Por su parte, Ada forma una pandilla en su casa con chicas y chicos variopintos entre los que se encuentra un chico transparente.




Y si entramos en las diferencias, las historias de Ottoline son mucho más ingenuas y sencillas dando gran importancia a pequeños detalles, especialmente el tema de ropas y objetos cotidianos. Las imágenes son en blanco y negro con un color en determinados lugares, según el libro (verde o rojo o morado). El texto es muy ligero y está al servicio de la imaginación plástica del autor.


En Ada encontramos tramas más elaboradas con mucha intertextualidad que resultará grata a los lectores adultos que se acerquen a su lectura, y con un texto más extenso que da lugar a las ilustraciones. Los cortes (o bordes) son de color metálico, los dibujos solo en blanco y negro y llevan una cinta separadora. 


Ya que son libros con tan buen acabado y de buena presencia (que reafirman su calidad general), son ideales para regalar por concursos, indispensables en la biblioteca de centro y, mejor aún, para la biblioteca personal de niñas y niños a partir de 7 años.



Aquí tenemos dos enlaces: para acceder a la web del autor Chris Ridell,  y para muchas de sus imágenes en Instagram



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