viernes, 4 de febrero de 2022

Siempre estuve aquí (R)

 De Nadia Terranova con ilustraciones de Pia Valentinis. Editorial Kalandraka.


Cuántas veces hemos querido tener una idea “sentida” de algún personaje relevante, además de datos donde ubicarle (en el espacio, el tiempo, la Historia).  Alguien dirá que para eso están las buenas biografías.

Pero, ¿habría alguna manera de hacerlo más próximo que un tocho, para más público, de forma que tengamos una imagen general y veraz de datos y a la vez emotiva de la persona, que incluso pueda despertar interés para seguir profundizando sobre su vida?



La respuesta está en esta publicación de la editorial gallega que nos presenta un perfil de la filósofa María Zambrano, con un sugerente título para poner en boca de quien estuvo continuamente viajando desde pequeña: “Siempre estuve aquí”.

Ciertamente con este libro realizamos un viaje por la vida de la malagueña, por lugares y también por emociones, por el tiempo y también por las experiencias. Y eso que de las 80 páginas del libro solo tienen texto 36 de ellas. Sin embargo, va a quedar muy situada la persona y el personaje, su contexto, sus intereses, su evolución personal, su entorno profesional y afectivo. 



Y esa aparente “desproporción” entre páginas totales y páginas con texto se debe a una estudiada maquetación. Así divide el libro en diez capítulos y cada uno se presenta por una hoja a color, con el título del capítulo en la página impar, con dos o tres páginas de texto y una ilustración a página completa. Las ilustraciones juegan con elementos metafóricos que suelen representar dos escenas o momentos superpuestos, pero con trazos sencillos y una paleta de colores contenida, empleando dos o tres tintas por ilustración (en algún caso cuatro, pero en superficies pequeñas) sobre fondos blancos. 





Añadamos que el gramaje del papel es muy alto, tipo cartulina, lo que da un grosor de libro, aun con tan poco texto, y que lleva al equipo de arte de la editorial a rematarlo con un cierre elástico anclado en la cubierta posterior que se pasa sobre la primera.




Queda, por tanto, una muy cuidada, delicada y atractiva edición, con un contenido síntesis completo que invita a saber más de la protagonista, con una prosa nada compleja que a la vez mantiene una atmósfera de gran lirismo.

Si bien es un libro para cualquiera, que especialmente podría interesar a adolescentes con cierto compromiso y curiosidad cultural, yo haría una recomendación muy especial para los centros de Formación Permanente de Personas Adultas.