miércoles, 7 de julio de 2021

EL SÍNDROME BERGERAC (R)

 De Pablo Gutiérrez. Colección Periscopio. Editorial Edebé. 


Este libro, flamante ganador del Premio Edebé de Literatura Juvenil, viene firmado por el profesor de Literatura Universal del IES Juan Sebastián Elcano de Sanlúcar de Barrameda, Pablo Gutiérrez, a la sazón escritor reconocido por la crítica y los lectores que aplauden –en ambos casos- sus libros para adultos.


“El síndrome de Bergerac” viene avalado, como obra y como premio, por un jurado que cuenta con la representación de la editorial, el salesiano Xavier Brines, la librera Paula Jarrín, el periodista Óscar López director del programa de la tele Página 2, la escritora Care Santos (ganadora de casi todos los premios de Literatura Juvenil y reincidente), y la filóloga y escritora Rosa Navarro Durán, gran defensora de las adaptaciones literarias para niños y jóvenes.


En el canal de youtube de la editorial tenemos un vídeo con el autor y con los comentarios de Care Santos donde coloca un adjetivo que podría resumir todo lo que hay alrededor del libro al hablar del escritor: talentoso.



Si se ha pasado por el vídeo enlazado, se sabe ya (o insisto con palabras del autor en la Feria del Libro de Cádiz, el sábado 3 de julio) que él se considera en el germen de la obra solo una parte del mismo, ya que “fue uno de esos años en los que te coincide en clase un grupo de alumnos maravillosos, entusiasmados y con ingenio”.


Y se decide poner en marcha una obra de teatro “Cyrano de Bergerac”, la adaptan y llegan hasta el final, la representación, lo que supone una experiencia crucial para los chicos y las chicas participantes. 


Pero también para el profesor que participa y asiste a todo el proceso, que observa, que entra en su mundo de escritor y le lleva a contarnos la historia que aparece en el libro. Y así se produce ese efecto de “puesta en abismo” que tan bien explica con el quesito de la vaca que ríe, también llamado “efecto Droste” por el envase del cacao de esta marca, que también podría ser Royal, Pink Floid, Las Meninas, …


“Como las matrioskas”, explica el autor, donde la primera sería Cyrano como escritor; Edmond Rostand supondría la segunda al escribir sobre Cyrano; la película en que Depardieu lo interpreta (en el libro la película con este actor es el detonante) sería una tercera muñeca; en la cuarta el instituto adapta la obra en 2019; y en 2021 aparece la novela como la quinta matrioska que lo envuelve todo.


Este juego de sucesos donde unos se incluyen e influyen en otros, tratándose de libros, lo presentó el autor con una bella cita de Caballero Bonald “Los libros se comunican entre sí, especialmente de noche”. Y es que la intertextualidad está presente en esta obra no como aprovechamiento de lo que otros textos han dicho para evitar tener que pensar mucho y que el libro lo escriba otro (que los hay: asistimos con frecuencia al que cita y “recita” y al final el libro lo han escrito otros), sino que en “El síndrome Bergerac” los libros relacionados sirven para construir la atmósfera en la que se mueven los personajes, con un relación más acusada con Harry Potter, pero con alusiones a muchas obras, animación, videojuegos, cine, y las canciones que, en la presentación, tuvieron su lugar sonando en directo.


Satisface ver cómo, en los tiempos que corren, Pablo Guerrero ha optado por la comunicación directa: salvo la alusión a “un mensaje” y una mirada a un email, en el libro no hay móviles, twitter, Instagram, … ¡Y el libro funciona perfectamente sin echarse nada en falta!

Porque el libro tiene como componente principal el viaje iniciático de unos personajes, adolescentes, que se enfrentan a una tarea llena de dificultades y que terminan coronando felizmente, viviendo ese cambio donde “las nancys” pasan al armario y aparece el primer beso, donde la fidelidad puede perderse y dejarte solo hasta encontrar de nuevo el rumbo, donde te quedas sin voz hasta que consigues hablar. 

Y para dar fe ahí estaban dos exalumnas y ex componentes del grupo que llevó a cabo la representación, acompañando a su profesor en el encuentro, leyendo algunos párrafos del libro muy bien dramatizados.


Centrando la historia en el personaje de Velia, que nos la cuenta como si se tratara de un diario (pero sin las ataduras literarias que supone ese formato), el texto se desarrolla en unos capítulos ágiles pero intimistas, donde se da cabida a numerosos temas, algunos tratados con más profundidad y otros apuntados pero que no pasan desapercibidos.

De estos pudimos hablar en el encuentro que tuvimos en la Librería Plastilina cuando Pablo Gutiérrez presentó su libro.


Y hablamos del bolso de Lupe, la profesora de la novela, lleno de carga personal, a diferencia de los profes “salvavidas” americanos; y de la magia del teatro, que siempre acaba bien; y del apoyo y defensa y promoción de la lectura que aparece en distintos momentos: la sensación de leer algo que te atrapa, la referencia a la Hormiga Miga (Emili Teixidor), lo que cuenta Vélez y cómo le gustaría a Juanito; y de su apuesta como escritor social (de lo que bien hablan sus libros para adultos) y que aquí se refleja en referencias a los familiares de algunos alumnos y alumnas, la reflexión de Vélez de ganadores y perdedores y la transmisión de los centros elitistas, la denuncia de que una relación amorosa adolescente también puede ser tóxica y cómo algunas chicas han de estar en guardia; ...

Y se podría haber seguido hablando, porque como profesor tiene mucho que contar, como escritor es muy lúcido y talentoso, y como persona es de las que merece la pena.




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