En la contraportada del libro aparece “Con la colaboración de Michael Heβ, del Consejo Alemán de Seguridad Vial.” Esto nos pone sobre aviso de que los protagonistas van a observar de alguna manera el cómo convivir con los vehículos y la circulación, especialmente en la ciudad, idea previa que activa el título y la ilustración de la cubierta.
Podría chocarnos que los creativos, imaginativos, fantásticos y divertidos Tigre y Oso nos vayan a ofrecer un tratado serio de educación vial. Sin embargo, si bien es cierto que la historia gira sobre este tema desde que salen de su casa en el campo hasta que vuelven a ella tras caminar por la ciudad, no es menos cierto que el viaje está lleno de personajes y diálogos siempre amables, cooperadores, cómplices, positivos, llenos de amistad y cordial trato, de palabras cuidadas y mucho respeto, como siempre que nos embarcamos en una aventura de esta particular pareja.
Pero no es remilgado y pasteloso, si hay que decir que la liebre es tonta y que hay conductores estúpidos y maleducados, también se dice. Porque el mundo de Janosch, es un mundo “real” donde la amistad es la más auténtica posible y la perspectiva positiva da el entorno necesario de seguridad para la identificación de los pequeños lectores, pero también caben los errores, accidentes, despistes, algún enfado y alguna riña.
La atmósfera mantiene el particular espacio familiar creado por estos dos personajes, que incluye una rana y el pato-tigre de arrastre, y al que se pueden sumar todos los nuevos personajes que vayan apareciendo. Esta actitud irreverente contra el esquema tradicional y cerrado del antiguo concepto de familia, se encuentra también aquí, entre las reglas de circulación. Porque Janosch es capaz de contar cómo cruzar la calle sin olvidarse de ofrecer una perspectiva abierta, amplia, positiva, alternativa, cariñosa y viable de las relaciones interpersonales. Esa ingenua y tierna ilustración en la que duermen el pequeño tigre, el pequeño oso y la pata-música es una patada directa a la restrictiva y castrante educación de su infancia que vivió con el casposo catolicismo de su abuela y de la escuela que le tocó sufrir.
La educación vial
Esta forma de escribir sobre un contexto ya creado, con unos personajes con mucha autonomía para participar en cualquier historia, permite un planteamiento de las normas de circulación para los peatones completamente lleno de sentido, de lógica infantil, de contenidos construibles y asimilables al ofrecerlos justificados e incorporados en una deliciosa trama, aunque esta solo consista en un corto viaje a la ciudad.
La presentación formal del texto es ideal para quienes se inician en la lectura de forma autónoma, ya que diferencia el cuerpo de letra del narrador y el de los personajes cuando hablan, de mayor tamaño. Además, para las ideas a subrayar sobre la educación vial, opta por mayúsculas y negritas a modo de conclusión de la escena que ha generado recoger la norma en cuestión.
Además, los personajes de Janosch tienen ese andar suave, ese ritmo lento de pierna flexionada, que se muestran más que adecuados para hablar de este tema con la peligrosidad justa, sin pasarse, con la prudencia necesaria y con la atmósfera positiva para enfrentarse a los conflictos que surjan.
Una delicia en la que niños y niñas lectores encuentran unos personajes en los que reflejarse y sentirse seguros y llenos de buena energía para su día a día. Lo que Janosch quiere para ellos y ellas y que habría querido para sí en vez de su dura infancia.
En la red
En Rayuela
Homenaje al
escritor y artista con reseña biográfica y breve análisis de sus personajes y
mensaje.
29 títulos
publicados en España con una pequeña sinopsis y datos técnicos. Si bien la
mayoría están descatalogados, son una buena guía para buscarlos en las
bibliotecas y en las librerías de libros antiguos y ferias de ocasión.
Visita recomendada por comparar
datos, fechas, nombres y buscar otros enlaces.
Artículo de Ana Garralón en la revista
de Literatura Infantil Cuatrogatos: visita obligada.
Artículo de Vanessa Díaz con
vídeo original en alemán.
Vídeos en YouTube, en castellano,
con “Qué bonito es Panamá” y “Popov y la historia del castillo”.
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