sábado, 9 de enero de 2016

DIP. MÁS ALLÁ DE LA OSCURIDAD (R)

De Eva Sánchez Gómez, texto e ilustraciones. Álbum ilustrado. Editorial Edelvives. Zaragoza.

Este libro es una bomba entre lo que actualmente se publica en álbum ilustrado, incluso entre los que se alejan del público infantil y se dirigen a los lectores adultos. Y lo es por su contenido y su especial factura. La editorial es consciente de ello y, además de concederle el IV Premio Internacional Álbum Ilustrado, lo publica con un lujo de sobrecubierta que desplegada es un póster con una de las maravillosas ilustraciones del libro.



Parece obligado empezar a hablar de esta obra con el texto de la contracubierta: “En Pratdip somos leyenda. Nos temen. Huyen cuando el viento susurra nuestro nombre, pero estamos por todas partes. Venimos de más allá de la oscuridad. Somos dips.” Nos está hablando el miedo personificado para contar en primera persona el relato, para dejar claro quien manda aquí.

¿Y cómo enfrentarnos a esos miedos y qué puede pasar? Este es el discurrir del libro que te puede llevar a la emoción que te eriza la piel o a la reacción que te provoca soltar un exabrupto. Cualquier cosa menos dejarte indiferente.



¿Y cómo representar a estos dips, cómo dibujar al miedo? Si bien se concreta en unas especies de nebulosas envolventes con formas de lobos, el miedo está en el uso del color, de las luces y sombras (magníficamente opuestas), del viento que parece soplar: no porque lo veamos en el movimiento de las ramas de los árboles, sino porque nos parece oírlo, así como sentir lo desapacible de una tarde de un frío otoño. No sé cuántas veces he visto-leído-gozado ya este libro una y otra vez.

La autora, satisfecha doblemente por ser la primera vez que aborda una ilustración con texto propio, se entrega al lápiz y las tintas aguadas, con unos colores que se mueven alrededor del negro y del ocre hasta necesitar del rojo en toda la expresión psicológica de este color. Un trabajo que supone un gran cambio de registro si nos asomamos a otras obras de esta autora.


Recomendaría al escritor y antropólogo Gabriel Janer Manila, que incorporase este libro en su enorme colección de de libros de Caperucita Roja porque, además de una alusión metafórica, el libro parece hecho con el miedo que debe destilar todo niño cuando escucha este cuento, bien contado, por primera vez. ¿O acaso Caperucita Roja no es un cuento de terror?

Palabras de la autora en “El Correo de Andalucía” sobre esta obra y su trabajo:

«Para pensar en este álbum partí de la leyenda de Pratdip, localidad de Tarragona, donde todavía se mantiene viva y forma parte de la historia y la cultura del lugar. Según la leyenda, los dips son una especie de perros vampiro que acaban con el ganado y mantienen atemorizada la comarca. Me pareció un buen contexto para situar la historia. Una leyenda de miedo para hablar del propio miedo y, por qué no, para darle voz a través de los dips».
«La idea del equilibrio entre depredador y presa, o en este caso, entre el miedo y la presa. Algo ancestral que forma parte de lo que somos, de nuestro instinto de supervivencia, de nuestra naturaleza. E Dip, cazador y dip pueden presentar rol de depredador y de presa. Ambos pueden sentir miedo de cazar y de ser cazado. Y por otra parte la niña, la hija del cazador, es el personaje que puede parecer más vulnerable, pero también el que está más libre de prejuicios y el que tiene el valor de mirar al miedo de frente y la humildad de respetarlo».

«Y por otra parte una historia así me parecía una muy buena oportunidad para tratar de usar en la ilustración un lenguaje más expresivo y más libre, tratando de dar mucho protagonismo al trazo de lápiz. Algo que llevaba tiempo queriendo intentar. Y al mismo tiempo, darle al color un significado. La gama de colores es contenida, neutra. Nos movemos entre luces y sombras y solamente el rojo, que se va insinuando manteniéndonos en alerta desde el principio, se impone en el momento de máxima tensión».


«Me confieso una amante del lápiz y el papel. Me gusta oír el lápiz acariciando o rascando el papel y hasta guardar las puntas del lápiz cuando ya son demasiado pequeñas para seguir usándolas. Así que también me encanta poder leer sobre papel y disfrutar de las ilustraciones impresas».

«Creo que es necesario aprender a convivir con el miedo. Respetarlo sin dejar que nos domine y nos impida seguir adelante. Mantener un equilibrio. Como se suele decir no se trata de no tener miedo sino de tener el valor para afrontarlo. Y aunque sea difícil llegar a este equilibrio o parezca muy frágil, pienso que la información, el conocimiento, la educación... son herramientas cruciales para tratar de conseguirlo. Por eso me parece muy importante que existan libros para todas las edades que traten temas tan universales y tan presentes en nuestras vidas como el miedo».


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