miércoles, 20 de marzo de 2019
Libros de la sabana (dos títulos)
Buscaba un libro de Naturaleza por aquello de la llegada de la primavera. Y entre los libros de naturaleza los que más gustan son los de animales. A los mayores les gustan los animales sofisticados pero para los pequeños siguen llevándose la palma aquellos que recogen a “los más”: el más grande, el más alto, el más voluminoso, el más rápido… Y esos son los animales de la sabana africana.
Dos títulos recientes (2018) nos hablan de este ecosistema.
“Los animales de la sabana”. Colección Descubriendo el mundo, de Christine Pompéï. Editorial Algar. Alzira (Valencia).
Aun siendo un libro publicado originalmente en 2016 en Francia (y el año pasado en España), su aspecto es de libro de animales antiguo. Sin embargo presenta algunos elementos novedosos e interesantes. Se trata de acercarse a 20 animales de la sabana en una doble página para cada uno, con una foto espectacular en la de la derecha y tres fotos en la de la izquierda con textos cortos: el animal se presenta en primera persona describiéndose con los datos fundamentales, luego un par de textos con un datos curiosos o bien explicando una expresión coloquial en la que aparece el nombre de ese animal. Un libro interesante para la biblioteca, adecuado para toda la Primaria.
Otros dos libros de la misma colección son “Los animales del mar” y “Los animales de la granja”.
“A través de la sabana”. De Clover Robin. Col. Naturaleza Pop-ups. Línea editorial ideaka. Ed. Edelvives. Zaragoza.
Ideaka es el nuevo proyecto de libros informativos de Edelvives que pretende divulgar entre los lectores más jóvenes el conocimiento científico, social y artístico con rigor y manteniendo su apuesta permanente por la ilustración. En una variada oferta, aparece este título para los peques que les presenta cinco animales de la sabana muy llamativos, en pop-up (al abrir la página doble se despliega la imagen), y con tres grupos de textos. Dos de ellos (con pequeña ilustración al lado) son informativos y con datos llamativos. El tercero, en letra más grande, son cuatro versos que nos hablan de algo de ellos con un toque afectivo y literario. Muy indicado para cinco y seis años que se inician en la lectura y se sorprenden con estos libros.
Otro libro de la colección es “Sobre la montaña”.
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La huida de Peggy Sue (R)
La Comunidad de Madrid otorgó el Premio Muestra del Libro Infantil y Juvenil, en su segunda edición, a Federico Delicado por su obra ‘La huida de Peggy Sue’. Con este premio, la Comunidad de Madrid ha querido destacar tanto la labor intelectual y artística como el trabajo editorial de esta obra. Quedémonos con eso, aunque en orden inverso: trabajo editorial, labor artística y labor intelectual.
La opción del álbum ilustrado como producto comercial está disparado: es cómodo objeto de regalo, es cómodo objeto de “lectura” y es cómodo para ser publicado incluso autopublicado. Así ocurre que han surgido pequeñas editoriales donde autores publican textos cortos y fáciles sin trabajo de editor o editora posterior y con unas ilustraciones fruto de jugar con el ordenador o, incluso, poco menos. Pero hay editoriales, afortunadamente bastantes, que se especializan en el álbum ilustrado como objeto de calidad, o que lo añaden a sus distintas líneas de publicación y lo hacen como un trabajo artesanal, muy cuidado y muy exigente. Nórdica Libros, S.L., está entre estas y este libro es un ejemplo de calidad.
La labor plástica, de la que analizamos sus referencias más adelante, es impresionante. Porque si siempre ha sido un magnífico ilustrador, sus últimas obras llegan a un nivel de evolución del dibujo a la pintura, de comunicación con el color y los espacios y, especialmente en este caso, de armonía y coherencia aun presentando conceptos enfrentados: lo realista con la metáfora visual (¡esa vaca casi transparente sentada a la mesa!!!!), una supuesta época pasada con la más candente actualidad, una ubicación lejana (inevitable evocación a EEUU) con una sensación de proximidad, imágenes casi fotográficas con otras fantástica pero verosímiles, la soledad frente al calor de la amistad, la panorámica con los planos cortos, el detalle con la sencillez, el dolor y la angustia con la calma y la sonrisa,… todo esto y mucho más convive en las ilustraciones de este magnífico álbum.
Y como labor intelectual, Federico Delicado también mantiene el nivel que está dando en sus últimos trabajos: magnífico. Después de “Ícaro”, que mereció el Premio Compostela, donde el autor planteaba una historia de doble lectura: “realidad, más cierta fantasía como mecanismo para escapar de la realidad cuando esta es gris”, volvemos a encontrarnos con una historia que podemos leer y releer y encontrar cada vez algún detalle más, que dé otra perspectiva a nuestra lectura anterior o, al menos, que la complete.
Si quiero sacar del texto algunas frases que me parecen muy relevantes, tendría que copiarlo casi entero: aunque no sea muy extenso es muy jugoso.
El libro comienza con una niña que cuenta lo que le pasó a una vaca que conoció y con la que compartió una aventura, hasta que se nos muestra que la historia es la de esa niña, de una familia de ganaderos de vacas, a las que tiene tanto cariño que decide ser vegetariana. ¿Pero cómo transmitirle esto a su “carnívora” familia? Ella inventa un cuento donde una de esas vacas, Peggy Sue, se escapa del matadero y se encuentra con ella, y así ambas, niña y vaca, emprenden un viaje y aventura hasta un puerto en el que encontrar un barco que lleve a Peggy a la India, tierra prometida de libertad y respeto.
Los lectores vamos creyendo al principio esa historia de Peggy escapándose con la niña, porque siendo imposible está planteada de forma muy verosímil, hasta que el padre interrumpe la narración y nos damos de bruces con el comedor repleto de variantes de carnes y la familia devorándola, mientras que la niña reivindica unas espinacas. Parece que ha terminado la fabulación evasiva de la niña, pero no. De sobremesa, la familia sale al prado a sestear y la niña, dándoles la espalda, imagina que todos son ganado vacuno. De nuevo esa fantasía alternativa para escapar de una opresiva realidad.
Un libro lleno de reivindicaciones en defensa de los animales, de una alimentación más saludable, del derecho a la migración y al asilo, del derecho a la libertad de desplazamiento, del reconocimiento a familias alternativas,…; de critica al maltrato animal, a la alienación a la que nosotros mismos nos sometemos, a quienes se oponen a recoger refugiados,…; y de esperanza con la fantasía como herramienta, con los sueños como meta y con la poesía como lenguaje. Porque el libro entero (texto, imagen e historia) es poesía.
Y, como en esas historias complejas en las que luego parece que todo ha sido un sueño pero el protagonista descubre algo que perteneció a esa historia, en “La huida de Peggy Sue” tenemos una ilustración en la contracubierta que nos verifica que la vaca embarcó y fue a la India… ¡con la niña! Una ilustración circular que es parte de una cuadrada y que se puede encontrar en la red aunque no en el libro.
¿Quién es Peggy Sue?
Es un nombre americano que se hace muy famoso por una canción de rock and roll escrita por Buddy Holly, Jerry Allison y Norman Petty, y grabada por Buddy Holly y su grupo The Crickets. Se encuentra en el puesto nº 194 en la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos según la revista Rolling Stone, lo que da pistas de cuántas veces se habrá oído y cómo de familiar ha de resultar entre el público norteamericano ese nombre. Además fue la primera canción que “tuvo secuela”, con «Peggy Sue Got Married». Con ese mismo título, se estrenó en 1986 una película dirigida por Francis Ford Coppola.
En literatura, “Peggy Sue and the Ghosts” es una serie juvenil de Serge Brussolo, publicada desde 2001, con traducciones en España por Alfaguara juvenil.
Pero donde probablemente se haya fijado Delicado, haya sido en la cadena americana de hamburgueserías “Peggy Sue´s”, con franquicia en muchas ciudades españolas, que de alguna manera viene a ahondar (con cierta ironía… mucha) en el mensaje que persigue.
Referencias plásticas
La aparición de la canción en 1957, la decoración de las hamburgueserías y la época que recoge la película, todo de los cincuenta, van a ser el contexto por el que plásticamente se va a inspirar el autor aumentado por el carácter de “road movie” de la historia y su gusto por la obra de Edward Hopper.
Además hay algunas alusiones muy directas de las que destacan tres de forma muy especial:
-el viaje en moto (ilustración repetida para la cubierta), que parece una clara alusión a las icónicas imágenes de “Buscando mi destino” (Easy Rider, road movie de 1969 dirigida por Dennis Hopper) y que definiría muy bien la filosofía del libro.
-la visión idealizada de llegar a la meta, de conseguir ese destino (el respeto y la libertad que esperan de la India) en una versión de la pintura de Lord Krishna en el prado con la vaca sagrada. Eso sí: con sus zapatillas de deportes y sin alejarse mucho de su gorrita).
-la última ilustración, que recrea la obra “Desayuno sobre la hierba”, de Edouard Manet , pero de nuevo desde esa imaginación de la niña protagonista que inventa su familia idílica, esa que la comprendería y que no la obligaría, por supuesto, a comer carne.
Además otros detalles como los carteles que se ven por las ventanas, el “espectáculo de la cabra” (que toma mucha dignidad en su recreación), la variedad de personas que miran ese espectáculo, las narices rojas de los matarifes, y un tanto especial aparecen las siglas MVT (*) en la entrada del matadero. Esto hace referencia a un método de tratamiento de los alimentos basado en un teorema de principios naturales de eficacia en la depredación, pero que puede haber pasado a rentabilidad y rendimiento por encima de planeamientos como lo sano de esa alimentación, lo necesario o lo respetuoso con el propio medio. Puede ser una referencia muy cuidada por parte del autor o muy antojadiza por mi parte y, por tanto, fallida.
El autor
Tomamos de las distintas reseñas (casi todas la misma) que hacen las editoriales de este autor, Federico Delicado Gallego, algunos datos y los completamos.
Nació en Badajoz en 1956. Estudió Dibujo y Pintura en la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real y se licenció en Bellas Artes en la universidad Complutense de Madrid. En el año 1970 comienza su trayectoria profesional como ilustrador realizando materiales audiovisuales y continuó dibujando en prensa, colaborando con el diario El País y El Correo de Andalucía. Como pintor ha participado en diversas exposiciones entre las que, relacionadas con el libro infantil, se encuentran: la Muestra de Ilustradores (Feria del Libro Infantil de Bolonia), en 1990, la exposición colectiva El Texto Iluminado; Una mirada a la ilustración iberoamericana contemporánea (Biblioteca Nacional, Madrid, 2001, y Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Salamanca, 2002) y Le imagini Della Fantasia, en la 20ª Mostra Internazionale D’illustrazione per L’infanzia (Sarmede, 2002).
Como ilustrador ha publicado casi sesenta libros, la mayoría escritos por diversos autores y autoras (especiales colaboraciones con Eliacer Cansino y con Antonio Ventura), hasta que empieza también como autor de las ideas y los textos, siendo este su quinto libro de autoría completa, señalando qu el titulado “1 €” (Ed. El Jinete Azul) es una novela gráfica.
Ha recibido los siguientes premios entre otros: Premio Emilia Pardo Bazán para literatura no sexista en 2002; segundo premio del Certamen Internacional de Álbum Infantil Ilustrado Ciudad de Alicante en 2005, con su libro “El petirrojo”; VII Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado por su libro "Ícaro", Premio Fundación Cuatrogatos 2016, incluido en la selección The White Ravens 2015 y la Lista de Honor IBBY 2016.
Son palabras de Federico Delicado: "dibujar es otra forma de lenguaje… Es como respirar, como hablar con los dedos, como pensar con los ojos".
(*) El teorema del valor marginal (MVT) es un modelo de optimización que generalmente describe el comportamiento de un individuo de alimentación óptima en un sistema donde los recursos (a menudo alimentos) están ubicados en espacios discretos separados por áreas sin recursos. Debido al espacio libre de recursos, los animales deben pasar tiempo viajando entre zonas. El MVT también se puede aplicar a otras situaciones en las que los organismos se enfrentan a rendimientos decrecientes.
sábado, 16 de marzo de 2019
Érase una vez un bosque mágico
De Chris Riddell texto e ilustraciones. Álbum ilustrado de gran formato. Editorial Edelvives. Zaragoza.
A Chris Riddell ya lo conocemos bien en este blog porque le dedicamos una jugosa entrada.
Ahora traemos este álbum que tiene una buena parte de homenaje a los cuentos clásicos, una buena parte de ironía y crítica a los mismos, bastante humor y mucho, mucho arte. Ya lo muestra en las guardas con una galería de cuadros con personajes famosos de cuentos. La estructura es la del cuento fantástico tradicional, con una protagonista que sale de casa, cruza un espacio (más o menos peligroso) con una tarea, llega a un destino y cumple esa tarea.
La protagonista se sitúa como respuesta inteligente a la ingenuidad de Caperucita Roja. Este carácter alternativo aparece además al optar por el color verde y a justificar la presencia de la caperuza con la lluvia, es decir, no es una caperuza que lleve una capa pegada sino (lógicamente) una capa con caperuza. De ahí su nombre de pila “Capa de Llluvia Verde”.
Y también, algo que abunda en lo alternativo con respecto a Roja es su equipaje: si va a emprender un viaje cruzando un bosque, ha de ir bien equipada por lo que lleva un bastón de senderismo, unas botas “gruesas y cómodas”, unos calcetines limpios para cambiarse y tres objetos más:
-un libro, con lo que nos la presenta como espabilada, lista;
-una invitación a una fiesta, lo que le da un motivo para el viaje más “lógico” que visitar a una abuela que vive sola en medio de un lugar peligroso;
-y unas migas de pan, que supondrán ese material de intercambio con un posible donante que se encontrara.
Sin embargo, tanta lógica y tanta sensatez no desmontan lo mágico de la historia, sino que le da una gran comodidad y modernidad para ser contada, y así comienza internándose en un bosque con árboles que la miran entre aburridos, despreocupados, sonrientes,… lo propio de un bosque “wild” como dice el original y que podríamos traducir como salvaje pero también como loco, descabellado, extravagante o disparatado, que de todo tiene.
Y así empieza el desfile de personajes e ironías con quienes se encuentra: un lobo servicial, una ancianita generosa, un trol colaborador, una terrible bestia (jardinero y deprimido), un arpa que busca dueño responsable, tres osos muy enfadados, una Caperucita Roja envidiosa e irresponsable, una Pulgarcita muy atenta, un príncipe hecho polvo, una carroza que se estropea porque sus caballos se vuelven ratones (es de “segunda mano”), tres cerditos que analizan una casita de dulces, una bruja miope casi cegata, siete enanitos destinados a ser comidos, una docena de princesas y príncipes, las tres cabritas que el trol no dejaría pasar y una Rapunzel anfitriona de la fiesta. Todo un crossover*, una ensalada de cuentos de Rodari.
Y todos y todas juntitos en la fiesta pero… la Bestia sigue sola. Hasta que aparece Bella y se cumple la función de la bolsa de migas de pan y el encargo a los pájaros. Y para explicarlo, una suerte de flashback donde lo cuenta todo. Interesante para los pequeños ese volver atrás que probablemente sea la primera vez con que se lo encuentren.
Y ya todo es baile y fiesta, hasta que Capa de Lluvia Verde decide seguir viajando y ahí es donde podemos seguir la historia a nuestro antojo con, por ejemplo, un títere de madera, un patito feo, una oca con huevos de oro, un príncipe sapo,…
El libro mantiene la exquisitez de los libros de Riddell, el virtuosismo del dibujo a plumilla y esta vez el color. De forma especial la tapa (o cubierta) aparece troquelada, así como la guarda permitiendo ver el dibujo de la protagonista en la portadilla interior.
Muchos toques de humor y complicidad con adultos que, de alguna forma, también pueden llegar a los pequeños. Eso sí, hay que tener en cuenta que para disfrutarlo del todo, hay que conocer los cuentos y los personajes: el prohibido el paso a las cabras junto al trol y el puente, es de un cuento menos conocido en nuestro folklore (aunque también está: “Las tres cabras y el ogro”). La carroza-calabaza llena de zapatos, el caballo que se convierte en ratón,…
Todo queda contenido en estas dos imágenes el encontrarnos con la protagonista y al despedirnos de ella, otro trabajo que merecerá algún que otro premio y, seguro, el disfrute de todos sus lectores.
*Un crossover (cruce, en inglés ) es la interrelación de historias o personajes de diferentes lugares.
Nota: ¿Podrían haber traducido "Little Green Rain Cape" (Capa de Lluvia) como Gabardinita Verde?
viernes, 8 de marzo de 2019
Propuestas para celebrar el Día Internacional del Libro Infantil
Si hay días para celebrar muchas cosas, más que justificadas, también parece que lo esté el celebrar un día dedicado al libro infantil y juvenil. Porque para llegar a celebrar el 23 de abril, el Día del Libro, para celebrar que hay libros y lectores y lectoras, hace falta ir haciéndolos desde pequeños, por eso este día: “con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes”. Ese es el objetivo que se puso IBBY, desde 1967.
IBBY (the International Board on Books for Young People), la Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil es un colectivo sin ánimo de lucro. Está compuesto por asociaciones y personas de todo el mundo comprometidas con la idea de propiciar el encuentro entre los libros y la infancia.
IBBY se fundó en Zurich (Suiza) en 1953 y está constituida por más de sesenta Secciones Nacionales. La Sección española es OEPLI, Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil, que se constituyó formalmente el 27 de julio de 1982 al dejar de existir la Comisión de Literatura Infantil del INLE (Instituto Nacional del Libro Español).
Pues bien, IBBY decidió la celebración de este Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil para el 2 de abril coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen. (A este escritor, especialmente a datos muy particulares, le ofrecimos esta entrada en nuestro blij).
Cada año una Sección Nacional tiene la oportunidad de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un autor o autora para el mensaje y otro, u otra, para el cartel, mensaje y dibujo dirigidos a todos os niños y niñas del mundo . Este año le corresponde a la sección de Lituania, que difunde el mensaje y la ilustración de Kęstutis Kasparavičius .
Kestutis Kasparavicius (Aukstadvaris, Lituania, 1954).
Es escritor e ilustrador. De 1972 a 1981 estudió Diseño gráfico en la Academia de Bellas Artes de Vilnius. Desde 1984 trabaja como ilustrador de libros para niños y ha ilustrado más de 45 libros. Sus obras han sido publicadas a nivel internacional y han sido traducidos a 23 idiomas. Ha recibido muchos premios, entre otros los que otorga la Feria del Libro Infantil de Bolonia (en 1993 y 2003). Emplea especialmente la acuarela. Vive con su mujer y cuatro hijos en una casa cerca de Vilna (capital de Lituania).
Para visualizar muchas de sus obras nos podemos acercar a su espacio en Instagram.
En castellano, las editoriales Thule y Fondo de Cultura Económica han publicado alguno de sus títulos en los que como escritor desarrolla una gran imaginación dotando de animación a los animales y a los objetos cotidianos y como dibujante demuestra el gran dominio del lápiz y las tintas que le han valido tantos premios.
Y pasamos ya al texto escrito por este autor como mensaje para celebrar este día y al cartel para el que ha venido muy acertada una ilustración que ya había elaborado este artista.
LOS LIBROS INSPIRAN PAUSA
"¡Voy con prisa!", "¡No tengo tiempo!", "¡Adiós!"... Expresiones semejantes pueden oírse quizá a diario, no solo en Lituania -en el centro mismo de Europa-, sino en muchas partes del mundo. Y con frecuencia parecida se oye decir que vivimos en la edad de la abundancia de información, la prisa y la precipitación.
Sin embargo, tomas un libro entre las manos y, de alguna manera, te sientes distinto. Y es que los libros tienen una estupenda cualidad: te inspiran serenidad. Con un libro abierto y sumergido en sus tranquilas profundidades, ya no temes que todo te pase de lado a toda velocidad, sin llegar a apreciar nada. Empiezas a creer que no será preciso lanzarse como loco a tareas de dudosa urgencia. En un libro todo sucede sigilosamente, en orden y según una secuencia. ¿Será tal vez porque sus páginas están numeradas y las hojas al pasar crujen tranquilamente y con un suave efecto relajante? En un libro los acontecimientos pasados se encuentran plácidamente con los que han de venir.
El mundo del libro es muy abierto; su realidad sale al encuentro amistoso con el ingenio y la fantasía, y a veces ya no sabes muy bien dónde -si en un libro o en la vida- has notado de qué manera tan bella caen al derretirse las gotas del tejado nevado, o de qué forma tan encantadora cubre el musgo la cerca del vecino. ¿Ha sido en un libro o en la realidad donde has experimentado que las bayas del serbal no son sólo bellas, sino amargas? ¿Acaso sucedió en el mundo de los libros, o de verdad estabas tumbado sobre la yerba en verano, y después sentado con las piernas cruzadas, contemplando las nubes que surcaban el cielo?
Los libros ayudan a no acelerarse, enseñan a observar; los libros invitan, incluso obligan a acomodarse, pues casi siempre los leemos sentados, poniéndolos en la mesa o en el regazo, ¿no es así?
¿Y acaso no habéis experimentado otra maravilla: que cuando leéis un libro, el libro os lee a vosotros? Sí, sí, los libros también saben leer. Os leen la frente, las cejas, las comisuras de los labios, que ahora suben, ahora bajan; sobre todo, por supuesto, os leen los ojos. Y por los ojos entienden... adivinan... Bueno, ¡vosotros mismos sabéis qué!
No tengo duda de que a los libros les parece muy interesante estar sobre vuestro regazo, pues una persona que lee – sea niño o adulto – solo por eso ya es bastante más interesante que la que se resiste a tomar un libro entre las manos, que la que -siempre con prisa- no llega a sentarse y no tiene tiempo de fijarse en casi nada. Este es mi deseo para todos en el día internacional del libro infantil: ¡Que existan libros interesantes para los lectores y lectores interesantes para los libros!
(Traducido del lituano por Carmen Caro Dugo)
***
Hasta aquí lo oficial de la celebración. Vamos ahora a proponer unas actividades que podrían asociarse a este texto o a otros aspectos relacionados con los libros, claro.
-Copiar e imprimir el texto para repartir por familias, para que se leea en casa y se comente.
-O lo mismo, pero leerlo en clase y comentarlo.
-O dividirlo en trozos, para que sean varios los lectores (no nos gusta la lectura en voz alta de un texto que tienen todos) y comentarlo.
Y después:
-Elegir a un lector o una lectora que elige un libro y empieza a leerlo. Elegir a un compañero o a una compañera que hará de ese libro y “leerá” a quien lee: qué gestos hace, cómo se coloca, cuánto mueve los ojos o la cabeza, si mueve los labios, si se le nota que le afecta lo que lee…
-Hacer una yincana (castellanización de “gymkhana”, sí) en la que los distintos miembros de cada grupo tengan distintas pruebas-tareas que hacer. Todas muy “estresantes” a realizar en un tiempo corto, como hacer un castillo de naipes, el forrado de un libro con adhesivo transparente, hacer una línea del tiempo donde incluir a una serie de escritores y escritoras, copiar un dibujo (por ejemplo este)… y, sin control de tiempo, leer un cuento corto que luego leerían a los demás cuando hayan terminado sus pruebas. Grabarlo todo y mostrar cómo “una lectura es una pausa”, como dice el mensaje.
-Hacer una representación con cinco chicos y chicas donde se coloquen otras tantas sillas con un libro encima de cada una, frente al resto de la clase. Simular el juego de las sillas, con una música muy rápida sonando y cada actor y actriz imita una profesión, o tarea, o… como mimos. Cuando la música para (preferentemente pasa a una música delicada y relajante) cada cual se sienta en una silla y toma el libro y se pone a leer, en la postura que prefiera, con un abanico, imitando que come un caramelo, que juega con su pelo,… De pronto la música cambia a irritante de nuevo y dejan la lectura para imitar otros movimientos cotidianos histéricos. Se pueden repetir las secuencias: cambiando de silla en la que sentarse; cambiando posturas en las que leer con las piernas en la falda de otro, con la espalda en el asiento y las piernas sobre el respaldar, todos derechos sentados pasando la página a la vez, cruzando las piernas todos a la vez (pero todo a cámara lenta);…
-Leer este mensaje como pregón de las actividades que se vayan a realizar en el Día del Libro (o en la Semana del Libro).
-Reproducir la siguiente imagen (la del cartel sin textos) e inventar un bocadillo para cada libro que sean mensajes animadores a la lectura.
Y, por supuesto todas esas actividades que os inventéis o que ya estén inventadas aunque no tengan nada que ver con el mensaje y el cartel de este año, claro.
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