De Miguel Cerro, texto e ilustraciones.
Col. Premios Concello de Santiago. de. Kalandraka. Pontevedra. 2015.
Ha sido una suerte añadida asistir a
la presentación de este libro de la mano del autor, en la librería
Las Libreras (Cádiz), porque así conocí un libro suyo anterior
“Por qué y para qué llueve” (Ediciones Libros de un extraño
árbol) que intentaremos traer por aquí y del que hay un adelanto en
este enlace.
Pues la lluvia le inspiró lo
suficiente para otro álbum, “Después de la lluvia”, con el que
ha ganado el VIII Premio Internacional Compostela para álbumes
ilustrados. Bien contento que se le veía por la importancia del
premio y su proyección para nuevos trabajos que ya le demandan. Y
precisamente trabajar era la fórmula, decía, para conseguir la meta
que uno se proponga. Aunque muy joven, lleva un buen número de años
en el mundo de la ilustración y el diseño especialmente en el campo
digital.
Igualmente se confesaba disciplinado:
cuando viene la historia lo primero es planificarla, hacer el
planillo y distribuir los textos y hacer los bocetos de los dibujos.
Luego ponerse a escribir y dibujar en serio. Es precisamente por su
experiencia por lo que prefiere pintar los originales con acrílicos,
luego escanearlos y trabajar ya digitalmente una vez aseguradas las
texturas y colores que persigue.
Y así nació la historia de este
zorrito, que viene honrosamente a sumarse a otras muchas donde el
personaje más pequeño es el que aporta el éxito o lo que le falta
al grupo con su hazaña personal o colaboración
indispensable, mostrando que en el grupo todos son importantes (“A qué sabe la luna”, “Frederick”, “El nabo más grande del mundo”,...).
Para contarnos esto, Miguel Cerro pone
en juego personajes diversos (animales reales y otros inventados),
espacios en composiciones sorprendentes (las pesadas nubes sobre los
animales, el bosque anegado, la brillante e imponente luna,...),
colores y texturas (con ese intencionado hacer notar los brochazos),
incluso alguna metáfora visual, como los árboles creciendo
inclinados para hacer hincapié en la cuesta o la nubecita que solo
llueve sobre el zorro para decirnos cómo se siente cuando rechazan
su colaboración. Como se sentiría en su día el autor que se conmfiesa identificado con su personaje protagonista: “yo también era el más
chico”.
En conjunto es un disfrute de libro que
contiene un mensaje muy rico: así interpretamos que mientras que los
personajes del grupo cubren las necesidades materiales, hay quien
puede aportar la luz y el calor , y este es el zorro. Que viene a ser
lo mismo que lo que hacen los autores y las autoras para los lectores
al ofrecernos un libro, como este por ejemplo.
El libro trae además una figura
troquelada del zorro para que nos acompañe, una vez montada, durante la
lectura.
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